Invirtieron pero no cobraron 1,2 millones porque el Concello precintó
22 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El Ayuntamiento de Lugo paralizó y precintó hace varios meses las obras de reforma de la gasolinera del Miño, ubicada en A Tolda, junto a la N-VI, y dicha paralización ha provocado de rebote que al menos tres empresas que tenían contratadas obras hayan entrado en dificultades económicas hasta el punto de que dos de ellas podrían cerrar a causa del estancamiento y la falta de cobro.
La gasolinera fue cerrada por el antiguo propietario hace ya casi dos años y tras un plazo de tiempo en que estuvo abandonada, la adquirió el empresario Jesús Lence, a través de su empresa Lence Torres S.L, e inició la reconstrucción para volver a ponerla en funcionamiento. El empresario aseguró hace algunos meses que ya tenía buscado el personal y negociado con la firma suministradora de carburantes, que de hecho ya rotuló la estación de servicio.
Pero poco después el Concello de Lugo precintaba las obras por supuestos incumplimientos y desde entonces están paradas. El concello explicaba ayer mismo que había solicitado nueva documentación que el empresario no había entregado todavía, mientras que el empresario Jesús Lence asegura por su parte que ha cumplido con todo lo solicitado y la responsabilidad de que no se abra la gasolinera recaerá directamente en el ayuntamiento, dando a entender que se mantienen paralizadas las obras por otros motivos.
Pero la crisis no permite demoras y en pasadas semanas tres de las empresas que realizaron las obras advirtieron de diferentes maneras que su situación era muy grave debido a la paralización de la obra de la gasolinera y por tanto al impago de sus contratos.
La primera firma que advirtió los perjuicios económicos fue la lucense Frigoríficos Migan, cuyo director comercial envió una carta a principios de mes al empresario advirtiéndole de que desde julio tienen fabricado el material para la cafetería y restaurante, por valor de 154.000 euros, y que no puede entregarlo ni colocarlo por la paralización de la obra. Exigía una solución urgente al asunto.
Pero más grave aún es la situación de dos empresas más pequeñas de A Coruña. Una de ellas es la constructora Norcontratas, con sede en el municipio de Carballo, que cuenta con 13 trabajadores, y que había firmado con Lence Torres S.L. un contrato de un millón de euros. En una comunicación enviada hace pocos días, la empresa reclamaba reemprender los trabajos con urgencia porque una contratación paralizada de tal tamaño estaba poniendo en riesgo la empresa. El gerente recordaba que había realizado las obras de la gasolinera conforme a la licencia de obra y que ya tiene licencia de actividad desde marzo pasado. También explicaba que tenía comprado y pagado otro material que lleva meses sin poder colocar.
Un cierre empresarial
Pero el caso más grave es el de la empresa Joyfer Automoción, una pequeña firma integrada por un padre y sus dos hijos, los tres en régimen de autónomos, que ayer mismo reconocían que la paralización de la gasolinera los había puesto en una situación muy grave y van a cerrar la empresa. Explicaba el pequeño empresario que en marzo Lence Torres les contrató la obra de remodelación de los surtidores, depósitos y servicios mecánicos por importe de 117.000 euros. Por ello compraron y pagaron todo el material, pero que a día de hoy sigue sin instalar y sin poder cobrar debido a la paralización de la obra por el Concello.