Tras el último informe elaborado por la Xunta y el siguiente decreto del alcalde de Antas, el secretario municipal, Francisco Torrente, afirmó que el mandatario local, Javier Varela, «é incompetente para dictar a resolución de suspensión (atribuida ao pleno polo artigo 151 do Real Decreto Lexislativo 781/1986) e el sábeo, polo que actúa maliciosamente con premeditación e alevosía». Matiza que, al ser un funcionario de habilitación nacional, es el ministro quien puede imponer la destitución del cargo o la separación del servicio, y la corporación en los demás casos.
Tras el decreto del alcalde, Torrente Hortas remitió dos escritos al concello explicando las razones por las que considera que el citado documento es «manifiestamente ilegal». En en segundo también recusa al mandatario por no haberse abstenido en el expediente.
El funcionario, que ya estaba apartado del puesto por otro motivo, dice que el alcalde, de paso, oculta al pleno numerosa documentación, «aportada por min ao expediente, que acredita o falseamento das contas e a disposición irregular pola súa parte de fondos municipais por centos de miles de euros que estaban e seguen estando sen xustificar (extremo este crucial e que o instrutor incomprensiblemente negóuse a comprobar, co fácil que resulta)», señaló. Advierte que Varela tendrá que rendir cuentas «antes ou despois», y hacer frente a la correspondiente responsabilidad económica «por alcance».
Francisco Torrente dice que Javier Varela lleva más de ocho meses pudiendo maniobrar sin su fiscalización y eligiendo personalmente a quienes lo sustituyen al frente de las funciones interventoras y contables. «Pero aínda así vese que non pode legalizar o que non é legalizable, de forma que unha e outra vez anuncia falsamente a pronta posta ao día inmediata das contas, que sempre queda para o futuro porque non pode presentalas seguindo os trámites legais sen deixar á vista de todos as responsabilidades del mesmo como alcalde e como concelleiro delegado da empresa municipal», afirma este funcionario municipal.
Con respecto a lo anterior, Torrente cita la expresión «trama de corrupción», e implica a alguna persona muy próxima al alcalde. Concluye que será obligatorio un acuerdo plenario.