A balón parado, gracias a dos córneres convertidos en oro, el Lugo tumbó a uno de los pocos equipos que lo ha tuteado en el Ángel Carro en lo que va de temporada: el Montañeros de José Ramón. No se notó sobre el verde del Ángel Carro la distancia clasificatoria en el derbi entre el líder, que mantiene su diferencia de tres puntos con el segundo (el Castilla, su próximo rival) y el último clasificado.
Frente a frente, adversarios con una misma idea: tratar con mimo el cuero. Un buen presagio para los espectadores. Sin embargo, las previsiones no siempre cumplen las expectativas, y dos equipos acostumbrados al toque no alcanzaron la precisión a la que acostumbran hasta mediada la segunda mitad cuando, de nuevo con tablas, decidieron sacudirse todos los complejos.
El Montañeros se convirtió en el primero que se acercó por el Ángel Carro sin las consignas de encerrarse y especular. Un aspecto que agradecería el Lugo en la segunda mitad.
Tanto olímpico
Los de Setién aprovecharon su primer tiro para adelantarse. Parece que lo de meter goles olímpicos va a convertirse en tendencia en su seno. Si el curso pasado Pita ya le hizo uno al Vecindario, ayer lo emuló Isma. Sacó el navarro desde la esquina derecha del ataque, y entre el defensor que el Montañeros colocó en el primer palo, y el portero Rafa Martínez, el balón se colaba por la escuadra.
El Montañeros, con un tanto en su contra, decidió adelantar sus líneas. En muchos momentos, se convirtió en el dueño del balón. Pero sus dos mediocentros, Moisés y Adrián, no participaban, aunque el segundo se echaría al equipo a sus espaldas en la reanudación. Era un juego de defensas a delanteros. Claro que tampoco los dos pivotes rojiblancos le daban la estabilidad necesaria a los locales. Y tanto Monti, como Ismael, Iván y Luismi tenían mucho más la pelota.
La tónica eran las pérdidas. Las imprecisiones en ambos bandos. Pero el Lugo encontraba su mejor aliado en el cronómetro. El tiempo pasaba y la ventaja era suya.
Mientras, los porteros vivían en una especie de placidez. Las ocasiones de peligro se contaban con los dedos de una mano, algo que solo cambiaría mediada la segunda mitad.
Los primeros sesenta minutos apenas dejaron para el recuerdo un disparo de Iván desviado a la media vuelta y un centro de Isma que se paseó por el área pequeña por parte lucense, y un tiro a la media vuelta de Rubén Rivera, y uno lejano de Iván Pérez que sacó Diego con la punta de los dedos, por la coruñesa.
Tablas para animar
No se animó el juego hasta que los errores y la contemplación terminaron por castigar a los lucenses con el empate. Rondó en la misma jugada con un pase atrás de Garrido (que acababa de entrar por un lesionado Fran Pérez) que casi es gol en propia puerta. A continuación, Dopico centraba al área pequeña, donde machacaba Rubén Rivera. El partido enloquecía, con dos contendientes decididos a ganar en un toma y daca, en el que el Lugo volvería a sacar petróleo del balón parado.
Así, un nuevo saque de esquina desde la derecha del ataque local, esta vez botado por Quero, acabaría con la resistencia coruñesa. Lo peinaría Monti en el primer palo y, en un extraño efecto (pegó en un defensa), acabaría en la red.
Quedaban diez minutos locos en los que Quero certificó el 3-1. Y pudo ser alguno más para los locales, porque el Montañeros no pudo levantarse.
Goles: 1-0, min 6: Isma. 1-1, min 58: Rubén Rivera. 2-1, min 80: Monti. 3-1, min 89: Quero.
Árbitro: Hernández Cifuentes, de Castilla y León. Mostró amarillas a Monti, por el Lugo, y a Dopico, Raúl Lozano, Adrián y Rubén Rivera, por el Montañeros.
Incidencias: Partido disputado en el Ángel Carro, ante unos 2.500 espectadores.
Diego Rivas, Aitor, Manu, Fran Pérez (Garrido, min 59, Víctor Marco, Pita (Berodia, min 79), Javi Rey, Luismi (Quero, min 72), Isma, Monti e Iván González
Rafa Martínez, Ángel, Dopico, Tetteh, Raúl Lozano, Adrián Cruz, Jorge Cano (Otero, min 87), Moisés, Rubén Rivera, Iván Pérez (Cubas, min 71) y Herbert (Romay, min 65)