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Condenado a cadena perpetua el joven belga que cometió dos asesinatos racistas

Efe

INTERNACIONAL

Hans Van Themsche, de 19 años, compró un rifle de caza en una armería sin dificultad y cometió dos crímenes.

11 oct 2007 . Actualizado a las 18:35 h.

Un jurado popular condenó hoy a cadena perpetua a Hans Van Themsche, el joven de 19 años que cometió dos asesinatos racistas e intentó matar a una tercera persona de origen extranjero en la ciudad belga de Amberes.

El jurado, asistido por tres jueces profesionales, siguió así el razonamiento de la Fiscalía, que había exigido la reclusión perpetua y se negó a invocar circunstancias atenuantes, según informó la agencia Belga.

El presidente del Tribunal de Amberes (norte de Bélgica) explicó que Van Themsche actuó por pura represalia y sin respeto alguno por la vida de los demás.

Sin embargo, recalcó que tanto él como el jurado quieren dar a Van Themsche una segunda oportunidad, pero indicó que está en sus manos aprovecharla o no.

La cadena perpetua se traduce en Bélgica en 30 años de prisión, pero una vez cumplida la tercera parte de la condena los presos pueden aspirar a la puesta en libertad anticipada.

Sin embargo, las posibilidades de Van Themsche de acceder a la excarcelación anticipada son limitadas, debido a que el jurado consideró demostrado el motivo racista de los asesinatos, una figura inédita en el sistema judicial belga.

Van Themsche, que antes de que se retirara el jurado a deliberar aseguró que aceptará su condena y tratará de sobrellevarla con dignidad, asistió de pie y con la cabeza inclinada a la lectura del veredicto.

Los doce miembros del jurado (seis mujeres y seis hombres) declararon anoche culpable a Van Themsche de los asesinatos, el 11 de mayo de 2006, de la maliense Oulematou Niangadou, de 24 años, y de la niña belga de dos años Luna Drowart, así como del intento de acabar con la vida de Sougul Koc, una mujer de 47 años de origen turco.

También concluyeron que el joven no sufría trastornos mentales, ni en la actualidad ni en el momento de los hechos, por lo que es considerado responsable de sus actos, en contra de lo que intentaban demostrar los abogados de Van Themsche.

El joven, que en el momento de los hechos tenía 18 años, proviene de una familia ligada al núcleo duro de la ultraderecha flamenca, cuyo principal partido es el Vlaams Belang, el segundo más votado en Flandes y Amberes en las legislativas del pasado junio.

Poco antes del crimen, Van Themsche había sido expulsado del colegio en el que estaba internado por fumar, un acontecimiento traumático que le llevó a desear su propia muerte.

Pero no proyectó un simple suicidio, sino una muerte en una <«gran batalla» en la que cayesen también el máximo posible de las personas que más odiaba, los .

El día de los hechos, compró en una armería y sin ninguna dificultad un rifle de caza y, camuflándolo bajo su abrigo negro, salió en busca de lo que definía como «macacos».

Su primera víctima fue una mujer de 47 años de origen turco, Sougul Koc, que cubierta con un velo leía sentada en un banco, y que salvó la vida gracias a que una prótesis mamaria frenó la bala disparada por Van Themsche.

Poco después, el presunto homicida halló en su camino a la maliense Oulematou Niangadou, de 24 años, a la que abatió de un tiro en la espalda a cinco metros de distancia cuando intentaba huir.

A continuación, disparó a la niña belga de dos años Luna Drowart, a la que cuidaba Oulematou.

El crimen provocó una gran conmoción social y motivó una marcha de protesta de 18.000 personas en Amberes contra el racismo.

En el juicio comparecieron 76 testigos, entre ellos Sougol Koc y la madre y el tío de Oulematou, que pudieron acudir al juicio gracias a un viaje financiado por el Ayuntamiento de Amberes.