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Mugabe, que tiene prohibido entrar en Europa por delitos contra los derechos humanos, uno de los primeros en llegar

M.L.P.

INTERNACIONAL

08 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

El Gobierno británico ensalzó ayer la «oportunidad» que supone la cumbre UE-África, pero justificó su ausencia por la presencia del presidente de Zimbabue, Robert Mugabe. Sobre el dirigente de la antigua colonia británica, que comenzó expropiando a su modo las fincas a los blancos, pesan sanciones de Estados Unidos y de la Unión Europea por sus delitos contra los derechos humanos y atropellos a la oposición. De hecho, tiene prohibida la entrada en Europa.

Las sanciones de la UE, vigentes desde el 2002, contra los representantes del régimen de Zimbabue se aplican también a altos funcionarios y legisladores oficialistas, cuyos bienes en EE. UU. y la UE han sido congelados. Esas sanciones han sido prorrogadas hasta febrero del 2008.

Pese a que varios Gobiernos comunitarios, incluido el anfitrión de la cumbre, se mostraron partidarios de que Mugabe no acudiera al encuentro, el presidente de Zimbabue, al que defendieron otros líderes africanos diciendo que sin él no acudirían, se apresuró a presentarse en Lisboa.

Sin embargo, mientras que el líder libio Gadafi fue recibido por el primer ministro portugués, José Sócrates, Mugabe aterrizó en silencio, sin cámaras de televisión y sin que en un primer momento se confirmara oficialmente su presencia.

Luego de haber sido trasladado fuera del aeropuerto evitando a los periodistas y los fotógrafos apostados en el lugar, Mugabe, de 83 años, se dirigió a un hotel en el centro de la ciudad en el que se alojará durante la cumbre.

«No tiene planes por el momento. Estamos esperando el programa oficial», dijo el portavoz presidencial zimbabuense, George Charamba.

Pero, como quedó dicho, la presencia de Mugabe no pasará desapercibida, ya que el veterano líder debería saborear lo que considera un triunfo diplomático sobre la ex potencia colonial, Gran Bretaña.

En un editorial publicado el viernes, el diario progubernamental zimbabuense The Herald calificó el viaje de Mugabe a Lisboa como una «bofetada» para Gran Bretaña. «Muchos países en Europa se han dado cuenta de que Gran Bretaña está sufriendo de una aparentemente incurable resaca de poder colonial y quiere que todo se unan a ella», dijo el diario.

Por su parte, el Reino Unido renovó ayer sus ataques conta Mugabe, a través de una columna editorial firmada por el ministro de Relaciones Exteriores, David Miliband, y el secretario de Desarrollo Internacional, Douglas Alexander, en un periódico portugués en la que denuncian la «brutal tiranía» que sufre Zimbabue. Mugabe, que había provocado la anulación de una cumbre UE-África en el 2003, estuvo por última vez en Europa en octubre de 2005, una reunión organizada por la FAO.