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La violación, motivo de juego infantil en Sudáfrica

EFE

INTERNACIONAL

«Viólame, viólame » es un juego infantil, parecido al «pilla-pilla», que consiste en que los menores se persiguen entre ellos y hacen que se están violando recíprocamente.

12 mar 2008 . Actualizado a las 14:35 h.

En un país que tiene uno de los mayores índices de violaciones, este crimen se ha convertido en Sudáfrica en motivo de un juego infantil en las escuelas, denunció hoy la Comisión de Derechos Humanos.

«Viólame, viólame» y «Golpéame, golpéame» son dos juegos infantiles, parecidos al «pilla-pilla», que consisten en que los menores se persiguen entre ellos y hacen que se están golpeando o violando recíprocamente.

«Esto demuestra la extensión y el nivel que ha alcanzado la brutalidad de la juventud y lo endémica que se ha convertido la violencia sexual en Sudáfrica», afirmó la Comisión de Derechos Humanos en un informe difundido hoy.

En Sudáfrica se denuncian anualmente ante la policía unas 54.000 violaciones, pero organizaciones que luchan contra la violencia sexual calculan que los abusos reales son nueve veces más de los denunciados. Si se toma esa última proyección, en este país, de 48 millones de habitantes, cada minuto una persona sufre una violación.

El informe de la Comisión de Derechos Humanos difundido hoy analiza las señales de violencia en las escuelas sudafricanas y propone una serie de medidas a las autoridades para evitar que sean uno de los principales escenarios de crimen contra los menores.

Según la comisión, la quinta parte de los asaltos sexuales que sufren los menores sudafricanos se dan cuando están en los centros educativos, y una buena proporción son cometidos por los mismos profesores.

«De acuerdo con un estudio realizado entre 1.227 estudiantes femeninas que fueron víctimas de un ataque sexual, el 8,6 por ciento fueron asaltadas por los maestros», dice el informe citado por la agencia local Sapa. El documento incluye comentarios de una organización que apoya a las víctimas y que sostiene que el 26 por ciento de los estudiantes consultados cree que una relación sexual forzada no constituye necesariamente una violación.

El informe habla también de la tendencia creciente de la «violación correctiva» que cometen alumnos de escuelas teniendo como víctimas a alumnas supuestamente homosexuales, con la creencia que a partir de ese ataque «la estudiante dejará de ser lesbiana».

Al analizar los índices de violencia en las escuelas sudafricanas, la Comisión de Derechos Humanos establece que los centros educativos de Sudáfrica son uno de los principales lugares para cometer crímenes, ya sean ataques sexuales o robos.