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«México es un país completamente corrupto, con nombres y apellidos»

Begoña Cabado

INTERNACIONAL

Esta valiente mujer está en la lista de periodistas amenazados de muerte por denunciar la implicación de políticos y empresarios en el crimen organizado

13 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Con su libro Los demonios del edén , la periodista Lydia Cacho Ribeiro (México D.?F., 1963) destapó, realmente, todos los demonios de la corrupción política y el crimen organizado de su país. Le puso nombre propio a la red de pederastas más importante de México. Desde entonces vive bajo amenaza de muerte. Su segundo libro, Memorias de una infamia , ya está en la calle.

-¿Cuál cree que será la reacción ante «Memorias de una infamia»?

-Cuando escribes un libro así, como periodista, no puedes esperar una respuesta concreta. Más bien es como dejarlo ahí, atreviéndose a contar la historia de los vencidos, la que nunca conocemos, dejando muy claro que trabajamos desde los derechos humanos y que hacer este tipo de periodismo en países como México implica ciertos peligros? y, precisamente por eso, no nos podemos quedar callados.

-Cuando publicó «Los demonios del edén», ¿era consciente de hasta dónde podían llegar las cosas?

-Sí, sabía dónde me metía. Entré después de ver varios vídeos pornográficos, sabiendo que las niñas estaban en peligro de muerte. Sabía que o nos demandaban o mi vida estaría en peligro. Lo discutí en la editorial unos días antes de que saliera el libro. Pero tenía el fantasma de una niña de cuatro años con un tipejo desnudo enfrente, que cada vez que lo menciono me regresa su imagen. Conocer es responsabilizarse. Y eso fue lo que hice.

-¿Cuál fue el punto de no retorno?

-Cuando estaba en el vehículo de los [agentes] judiciales camino a una cárcel de Puebla, sin orden de arresto. Ahí me di cuenta de que se me había ido de las manos, estaba segura de que no iba a llegar con vida. Hay gente que piensa que de pronto soy muy altanera cuando digo 'bueno, y si me matan, ¿qué?'. Pero en realidad es todo lo contrario. Precisamente porque me di cuenta de lo valioso que es para mí estar viva, le perdí el miedo a la muerte.

-¿Qué le pasa a México? ¿Por qué «los malos» siguen libres?

-Pues porque es un país completamente corrupto, y la corrupción aquí tiene nombre y apellidos. Porque todos oímos la voz de Emilio Gamboa [líder del PRI en el Congreso federal] diciéndole al empresario Kamel Nacif: 'La ley va para atrás, esa chingadera no pasa en el Senado'. Y lo vimos salir al día siguiente, con la cabeza bien alta, y decirle a los medios: 'Prepárense porque hay 10 llamadas más', y darse media vuelta y meterse en la sede del Senado. Si esto sucede en otro país, lo sacan de los pelos. Pero aquí lo saludan, lo abrazan y todos se quedan callados porque tienen miedo. Y eso es, precisamente, lo que le pasa a México.