Muy prudente, evitó facilitar su opinión sobre la felicitación del dirigente iraní Ahmadineyad
08 nov 2008 . Actualizado a las 18:58 h.La primera rueda de prensa de Barack Obama como presidente electo de Estados Unidos aportó anoche muy poca información extra sobre la que ya se tenía. Veintiún minutos de respuestas amables y una idea predominante: aún no es el presidente. El aún senador por Illinois lo repitió varias veces durante su conferencia de prensa en un hotel de Chicago.
Obama compareció con el equipo de diecisiete expertos en economía con los que había estado reunido poco antes y comenzó con una breve alocución dedicada en exclusiva a la economía. Precisamente, ayer se hacía pública en Estados Unidos la cifra del aumento del paro en el mes de octubre que con 240.000 empleos menos es la peor de los últimos quince años. «Recibimos malas noticias. Hemos perdido más de un millón de empleos en el último año y hay más familias luchando para pagar sus cuentas», aseguró el futuro presidente al comienzo de su comparecencia.
Explicó que el grupo de expertos (entre ellos el ex dirigente de la Reserva Federal Paul Volcker, el multimillonario Warren Buffett y el presidente de Google, Eric Schmidt) con el que acababa de reunirse asesorará a su equipo de transición sobre cómo abordar la situación, pero volvió a insistir en que él no es el presidente y no lo será hasta el 20 de enero. Y también afirmó su intención de no interferir en el Gobierno actual.
Sin embargo, explicó que cree que es necesario que el Congreso apruebe un plan de rescate para la clase media que reaviva la economía. Y añadió que si ese plan no se pone en marcha durante el período de transición, es decir antes de asumir el cargo el 20 de enero, por el Gobierno de George W. Bush, él se dedicará a ello en cuanto llegue a la Casa Blanca. Ese plan incluiría la rebaja fiscal para la clase media, «el 95% de la gente», aseguró. Además, añadió que «una prioridad es la extensión del seguro de desempleo para aquellas personas que no encuentran trabajo».
También, como se esperaba, se ha referido a la crisis en el sector de la automoción: «La industria del automóvil es la espina dorsal del sector manufacturero de Estados Unidos. Quisiera que se hiciera todo lo posible para ayudar a estas empresas».
Obama no se ha apartado de lo que ha estado defendiendo durante su campaña y ha vuelto a insistir en que además de ocuparse de la crisis económica, las prioridades para su Gobierno serán: la utilización de energías limpias, los planes de salud y educación y la rebaja fiscal a la clase media.
La carga del líder iraní
A una pregunta sobre cuál ha sido su respuesta a la felicitación que ha recibido del presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, Obama dijo que aún no ha respondido y que lo hará con calma. Añadió que «es inaceptable el desarrollo de armas nucleares por Irán».
También ha habido tiempo para el humor. A la pregunta sobre el traslado de su familia a la Casa Blanca y sobre si había hablado con los ex presidentes, Obama explicó que había charlado con todos, para, riendo, aclarar que cuando decía todos no se refería a que quisiera entrar en sesiones espiritistas para comunicarse con el presidente Ronald Reagan -fallecido en el 2004- y que había hablado con Bill Clinton, Jimmy Carter y con Bush padre. Además, dijo que ha leído algunas de las cartas de Lincoln.
Otro tema distendido de la rueda de prensa fue el perro que Obama les prometió a sus hijas para la Casa Blanca y que en Estados Unidos se ha convertido en discusión incluso para los periódicos. Según el presidente electo también es una de las cuestiones que más entradas provoca en su web. Sobre la mascota comentó que era un tema muy importante en la familia Obama, que preferirían adoptar un perro de un refugio, «por lo que sería -añadió- de raza mixta. Como yo».
En cuanto a los nombres de las personas que formarán parte de su Administración pidió paciencia. «Cuando haya designaciones, ustedes lo sabrán», afirmó para, a continuación, añadir: «Queremos hacer las cosas bien y no actuar precipitadamente». Sobre su reunión con el presidente Bush el lunes en la Casa Blanca, Obama dijo que además de recorrer la que será su residencia a partir de enero también espera tener una conversación de fondo con el presidente, en la que no anticipa que no habrá problemas.