El joven politólogo de origen indio explica el nuevo ajedrez geopolítico y defiende que el futuro orden internacional se decidirá en los países del segundo mundo
14 abr 2009 . Actualizado a las 02:23 h.Director de la Iniciativa de Gobierno Global del Programa de Estrategia Estadounidense de la New American Foundation, asesor del Mando de Operaciones Especiales del Ejército de EE.?UU. en Irak y Afganistán en el 2007 y de Barack Obama en la campaña presidencial, colaborador de los grandes medios internacionales, Parag Khanna (Kanpur, India, 1977) es uno de los analistas geopolíticos más brillantes del momento. El año pasado la revista Esquire le designó entre las 75 personas más influyentes del siglo XXI y Wired le incluyó entre las 15 de su llamada Smart List (lista inteligente). Su libro El segundo mundo (Paidós) ha sido comparado por su originalidad con El choque de civilizaciones de Samuel P. Huntington y El fin de la historia de Francis Fukuyama.
-Su tesis es que el mundo ha dejado de ser unipolar y hay tres superpotencias, EE.?UU. China y la Unión Europea.
-Durante la Guerra Fría hubo bipolaridad; tras el colapso de la URSS, EE.?UU. se convirtió en la potencia hegemónica durante un breve período y ahora esos tres imperios con estilos diferentes compiten entre sí para lograr más influencia en los países del segundo mundo, que son estratégicos. El propósito principal de mi libro no es solo comparar sus estrategias sino también analizarlas desde el punto de vista de esos países, Ucrania, Turquía, Brasil, Venezuela, Libia o Arabia Saudí.
-¿El futuro orden mundial se decidirá en esos países?
-Sí, estos países son el escenario central donde se está decidiendo el futuro del nuevo orden mundial, ahora hay tres imperios: EE.UU., China y la UE, que compiten entre sí, pero hay que ver quién toma ventaja dentro de ese equilibrio. Tomemos el ejemplo de Arabia Saudí, el mayor productor de petróleo del mundo. Es el principal aliado de EE.?UU. en el mundo árabe, pero a la vez mantiene una alianza estratégica con China, a la que compra misiles y vende más petróleo que a EE.?UU. La UE, por su parte, ha creado una zona de libre comercio en el Consejo de Cooperación del Golfo que mueve a Arabia Saudí a atraer más inversiones europeas.
-¿Cuál de los tres imperios prevalecerá?
-Yo preveo que no va a haber ningún ganador a medio plazo, que las tres superpotencias van a estar ahí compitiendo al menos durante los próximos 20 años.
-¿EE.?UU. está en declive?
-Es un declive relativo, debido al crecimiento de China y la UE. Es una superpotencia y lo seguirá siendo, aunque el mundo es cada vez menos americano. El poder militar significa menos que en el pasado y para cuantificar el poder cuentan otros parámetros como la productividad económica, la participación en el mercado global, la innovación tecnológica, la población, los recursos naturales y factores intangibles como la voluntad nacional y la diplomacia.
-¿China puede llegar a dominar el mundo?
-China es ya una superpotencia global con un enorme potencial que combina población, producción industrial y capacidad financiera, pero es difícil imaginar que pueda ser un imperio como lo fueron el británico o el estadounidense. Por varios factores: no se basa en la integración de otras culturas extranjeras, no cuenta con un idioma como el inglés y es un país fabricante, pero no una fuente de innovación financiera. China puede dominar en algunos aspectos, pero en otros no.
-Usted mantiene que, según avance el siglo, el mundo se parecerá más a la Edad Media.
-Sí, fue un largo e incierto período, que puede servir como metáfora del futuro. Una época de plagas y progreso, revoluciones comerciales, fanatismos religiosos, ciudades-estado, imperios en expansión, multipolar, sin un solo líder global. El siglo XXI se parece más al XIV que al XIX o al XX.