Vuelve a defender la represión militar de la protesta en favor de la democracia.
05 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.China volvió a defender ayer, en el vigésimo aniversario de la masacre de Tiananmen, la represión militar de protestas prodemocráticas que tuvo lugar la noche del 3 al 4 de junio de 1989 y que dejó cientos de muertos, al tiempo que calificó de interferencia la petición estadounidense para que explique la acción.
El portavoz del Ministerio de Exteriores en Pekín, Qin Gang, criticó como «interferencia en los asuntos internos de China» el comunicado de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, que pidió a Pekín garantizar a sus ciudadanos los derechos básicos acordados por la comunidad internacional. La crítica es «infundada», continuó Qin. «Expresamos nuestro profundo descontento y firme oposición», añadió. Clinton había pedido a China que analizase «abiertamente los eventos oscuros de su pasado» y que rindiese cuentas públicamente de los muertos, detenidos o desaparecidos.
La estadounidense instó además a China a liberar a los detenidos por actividades relacionadas con Tiananmen y a poner fin al acoso a los participantes en ellas y a sus familias.
El líder de los tibetanos, el Dalái Lama, consideró que el 60.º aniversario de la República Popular de China, que se cumple el 1 de octubre, es una buena oportunidad para «revisar los eventos del 4 de junio de 1989». «Una política de apertura y realismo puede llevar a una mayor confianza y armonía en China», dijo. Añadió que confía en que los líderes chinos tengan «el valor y la altura de miras» necesarios para abrazar principios de verdad más igualitarios y seguir una política de mayor acuerdo y tolerancia de opiniones diferentes». También el presidente de Taiwán, Ma Ying-jeou, pidió mejorar la situación de los derechos humanos en China.
Entretanto, cientos de miembros de las fuerzas de seguridad inundaron ayer la plaza de Tiananmen y las calles aledañas en previsión de cualquier incidente. Otros reforzaron la vigilancia en calles donde viven disidentes. Los medios estatales no mencionaron el aniversario y las autoridades bloquearon algunas webs. Los periodistas tuvieron que pedir un permiso para ir a la plaza de Tiananmen, lo que impidió a muchos hacer su trabajo. A otros les fueron requisados vídeos y cámaras.