Es su segundo intento por ingresar a territorio hondureño desde que fue derrocado el 28 de junio.
24 jul 2009 . Actualizado a las 09:46 h.El desplazado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, ha llegado esta noche hora local a la norteña ciudad nicaragüense de Estelí, en su segundo intento por ingresar a territorio hondureño desde que fue derrocado el 28 de junio.
Acompañado por el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, por el ex guerrillero sandinista Edén Pastora y por unos 40 periodistas locales y extranjeros, Zelaya recorrió los primeros 150 kilómetros de su periplo que podría concluir mañana o el sabado en la frontera con Honduras.
«Me acerco con banderas de paz, no llevo armas, quiero buscar un arreglo en Honduras», dijo Zelaya en rueda de prensa en un hotel en las afueras de Estelí, donde se hospedará hasta mañana temprano.
Reveló que en las últimas horas ha conversado telefonicamente con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, con varios presidentes y cancilleres latinoamericanos que lo llamaron preocupados por la situacion en Honduras.
Tras denunciar restricciones a hondureños que han intentado llegar hasta la frontera con Nicaragua, el derrocado mandatario reiteró su llamada a los militares de su país para evitar violencia cuando arribe a la línea divisoria.
Insistió, dirigiendose a las fuerzas armadas, «que rectifiquen» y a los soldados y oficiales les pidió «contribuir con el futuro del país y no destruirlo».
Consultado sobre la advertencia del gobierno e facto de que podría detenerlo si cruza la frontera, Zelaya respondió: «No tengo ningún temor, aunque sé que estoy en riesgo, pero estoy dispuesto a hacer el sacrificio».
«Si estoy regresando es porque no tengo cuentas con la justicia, nadie me ha abierto un juicio ni me puso una demanda de requerimiento fiscal», subrayó.
Zelaya emprendió su retorno a Honduras sobre las 16:30 conduciendo un jeep con el ministro venezolano de copiloto con destino a Estelí, 160 kilómetros al norte de Managua. Se estima que entre viernes y sábado llegarán a la frontera con Honduras.
Al ser abordado por dpa en el lugar, Maduro no quiso dar declaraciones ni explicó el motivo de su presencia en la caravana.
Momentos antes de iniciar su viaje hacia Honduras, Zelaya llamó a los miembros del Ejército hondureño a «bajar los fusiles» para evitar violencia cuando él se aproxime a la frontera.
El depuesto gobernante dijo que es el presidente constitucional de Honduras y que por lo tanto las Fuerzas Armadas le deben lealtad y respeto.
Junto al desplazado mandatario viajan también varias decenas de periodistas nicaragüenses y de medios extranjeros, así como simpatizantes hondureños de Zelaya radicados en Nicaragua. La caravana, de al menos 20 vehículos, va encabezada por patrullas de la policía de Nicaragua.
En Tegucigalpa, las Fuerzas Armadas de Honduras manifestaron hoy que no se responsabilizan de la seguridad de Zelaya y rechazaron que su cúpula militar pueda atentar contra el mandatario una vez que ingrese a suelo hondureño el fin de semana.
Los militares plantearon su posición en un comunicado ante las denuncias que realizó Zelaya en Nicaragua que el responsable de cualquier atentado a su integridad es el general Romeo Vásquez Velásquez, máximo jefe militar.
Asimismo, los militares dejaron entrever que cualquier atentado que sufra Zelaya puede provenir de sus propios seguidores a fin de constituirle como un mártir.
Este jueves, el gobierno de facto de Honduras adelantó el toque de queda para el sector fronterizo con Nicaragua, que tendrá efecto desde las 18:00 hora local hasta las 06:00 horas del viernes, de acuerdo con un comunicado leído en cadena de radio y televisión.
Según Juan Barahona, coordinador del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe, que busca la reinstalación en el poder de Zelaya, miles de seguidores del mandatario depuesto se desplazan a la zona fronteriza con Nicaragua para esperarlo y acompañarlo a Tegucigalpa.
Miles de seguidores de Zelaya se tomaron al mediodía local varios puntos de carreteras en el llamado a la huelga general convocada para dos días a la espera de la llegada del mandatario desde Nicaragua.