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Detenidos tres afganos por planear un atentado contra el metro de Nueva York

Tatiana López

INTERNACIONAL

El único cargo que de momento pesa sobre ellos es el de mentir a agentes federales, penado con hasta 8 años

21 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Agentes federales de EE.?UU. detuvieron ayer a tres hombres afganos en relación a un supuesto complot que tenía como objetivo volver a sembrar el terror en la isla de Manhattan y cuya investigación terminaba ayer con el arresto de los presuntos terroristas.

Dos de los detenidos, Najibuláh Zazi, de 24 años, y su padre de 53, eran arrestados en la localidad de Denver, Colorado, mientras que la policía de Nueva York ponía bajo custodia a Ahmad Wais Afzali, un hombre de mediana edad naturalizado estadounidense.

Según fuentes cercanas a la investigación, los presuntos terroristas planeaban atentar contra algunos de los medios de transporte neoyorquinos, entre ellos el metro, en los que cada día se reúnen millones de personas y las medidas de seguridad son menores que en los aeropuertos. Dos investigadores del complot confirmaron además a la cadena CNN que en el momento de su detención Najibulá Zazi tenía en su poder un vídeo de la Estación Central de Nueva York, un lugar por el que cada día pasan más de 500.000 personas. También, y en un registro realizado a su coche, agentes federales habrían encontrado un ordenador con instrucciones sobre cómo fabricar una bomba.

Mentir a agentes federales

«Es importante matizar que en estos momentos no tenemos, sin embargo, ningún dato sobre cuándo o dónde pretendía realizarse el ataque», aseguró David Kris, asistente del fiscal general para la seguridad nacional.

Desde la Oficina del Fiscal se confirmó además que, de momento, los tres hombres están imputados nada más que del cargo de mentir a agentes federales durante el transcurso de una investigación de seguridad nacional, un delito que conlleva una pena de hasta 8 años de cárcel.

El arresto de Zazi y sus supuestos cómplices se produjo después de que este afgano fuera sometido a varios interrogatorios por parte de agentes del FBI, quienes una semana antes habían encontrado pistas en un piso de Queens sobre su supuesta culpabilidad. Esta redada contribuyó también al arresto de un imán, quien según algunas informaciones habría trabajado como informante antes de pasarse a Al Qaida.

Agentes del FBI aseguraron ayer a los medios que durante el período en que fue interrogado, Zazi reconoció tener lazos con Al Qaida e incluso confesó haber recibido entrenamiento en explosivos en uno de los campos secretos que la organización tiene en Pakistán.

Documentos del servicio de emigración demuestran que Zazi viajó hasta Pakistán en agosto del 2008, si bien desde el entorno del hombre se asegura que el viaje se debió a motivos familiares.

«Tiene una mujer en este país y cada vez que puede acude a visitarla», aseguró su abogado, Arthur Blosson. El letrado negó también que su defendido haya admitido tener vínculos con Al Qaida. «No sé qué piensan ustedes, pero si mi cliente hubiese admitido eso no creo que el FBI nos hubiera dejado marchar».

También desde el aeropuerto de Denver, donde Zazi trabajaba, sus compañeros lo defendían ayer de cualquier acusación. «Creemos lo que dice el abogado, él no es una persona capaz de hacer algo así», aseguró Joe C., antiguo compañero del afgano.