El ministro de Cultura francés, Frédéric Mitterrand, debería dimitir «desde un punto de vista ético» por narraciones en un libro en primera persona de experiencias de turismo sexual, afirmó ayer una responsable indonesia de protección de la infancia.
Mitterrand, sobrino del difunto presidente François Mitterrand, lucha por salvar su carrera política tras la polémica suscitada en Francia por una novela con tintes autobiográficos titulada La mala vida , en la que relata en primera persona experiencias de turismo sexual en Tailandia e Indonesia.
En una aparición televisiva, el ministro, de 62 años, negó que en su libro describa actos de pedofilia. «Siempre estuve con gente de mi edad y que consintió» las relaciones, agregó. Pero Magdalena Sitorus, miembro de la Comisión Indonesia de Protección de la Infancia, dudó de su sinceridad y afirmó que el ministro necesita ayuda especializada. «Desde un punto de vista ético, debe dimitir. «Debería recibir un tratamiento de rehabilitación», agregó.