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Comida de sabores introducida por vía intravenosa

La Voz

INTERNACIONAL

10 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

En EE.?UU. hay el dicho de que «el diablo está en los detalles». En el centro de detenciones de Guantánamo esta frase puede aplicarse a casi todos los procedimientos utilizados con los detenidos. Si bien ninguno resulta más evidente como la comida con la que el personal médico alimenta por vía intravenosa a los presos en huelga de hambre, quienes, a pesar de recibir alimentos en contra de su voluntad, deben elegir con qué sabor llenar sus venas.

«Tenemos suero de fresa, de vainilla, de chocolate. Puede resultar sorprendente pero lo cierto es que existen preferencias», asegura el jefe médico de la prisión, quien, como muchos de sus compañeros, prefiere no dar su nombre.

Como él, casi todo el personal del centro se esfuerza estos días en defender el aspecto de normalidad de una cárcel que según el psicólogo de la prisión es «básicamente muchísimo mejor que la mayoría de los penales de máxima seguridad de EE.?UU.».

Es más, según este facultativo, su trabajo no difiere en absoluto de una consulta normal, «ya que muchos de los detenidos traían traumas anteriores, con sus padres por ejemplo, o con sus esposas». Sobre el hecho de que al menos cinco reclusos hayan decidido acabar con su vida a pesar de que esto constituya un pecado mortal para el islam, el doctor prefiere no hablar. «Hay muchas razones que pueden llevar a una persona al suicidio. Yo lo definiría como un cúmulo de circunstancias», afirma.

«¿Como por ejemplo pasarse más de 22 horas encerrados en una celda sin contacto con el mundo exterior?», preguntó. «Más bien como el estrés del campo de batalla o problemas personales», responde.