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Rusia construirá la primera central nuclear en territorio venezolano

Miguel Bas MOSCÚ/EFE.

INTERNACIONAL

Estados Unidos vigilará «muy de cerca» el acuerdo atómico firmado por Chávez y Medvédev en Moscú

16 oct 2010 . Actualizado a las 03:05 h.

Los presidentes Hugo Chávez y Dmitri Medvédev extendieron ayer la cooperación ruso-venezolana hasta la energía nuclear, con el plan de construcción de una planta atómica en Venezuela. Estados Unidos ya anunció que vigilará muy de cerca el acuerdo.

«No se quién se estremecerá», dijo el presidente venezolano. «Nuestros propósitos son limpios y transparentes», añadió su homólogo ruso, comentando el acuerdo suscrito para la cooperación en el desarrollo de la energía nuclear, que prevé, aunque vagamente y sin plazos, la construcción de una planta atómica de 500 megavatios de potencia en Venezuela.

«Para nosotros, la energía atómica es vital», subrayó Chávez, quien no ocultó su entusiasmo por el proyecto y hasta recordó que su país fue el primero en América del Sur que en la década de los cincuenta tuvo en su territorio un reactor nuclear.

No obstante, por el momento todo se reduce más a intenciones y propósitos que a proyectos concretos. «Por ahora se trata de los estudios preliminares. No sabemos siquiera cuándo podría comenzar la construcción, sin hablar ya de su puesta en marcha», dijo un alto integrante de la comitiva de Chávez.

«Todos los países que firmaron el Tratado de No Proliferación Nuclear tienen derechos y responsabilidades», precisó el portavoz del Departamento de Estado de EE.?UU., Philip Crowley. «Esperamos de Venezuela, Rusia o cualquier otro país que busque este tipo de tecnología que asuma sus obligaciones internacionales», añadió.

Proyectos agrícolas

En el otro extremo, un proyecto más terrenal, pero no menos ambicioso: Rusia está dispuesta a invertir centenares de millones de dólares en la agricultura y, en particular, en el cultivo del banano. Ninguna de las partes dio detalles de este proyecto, pero una mención de Medvédev apunta a una gran envergadura: en la primera etapa, dijo, creará 20.000 puestos de trabajo.

Esta cumbre ruso-venezolana, la novena que celebra Chávez, a quien el jefe del Kremlin calificó de huésped frecuente, fue quizá la primera en la que la cooperación militar y el suministro de armamentos rusos a Caracas no centró la atención. No obstante, según Medvédev, la cooperación militar «no ha disminuido sus revoluciones».

Rusia continuará su expansión en el sector petrolero venezolano con la adquisición de los activos de la British Petroleum. También comprará a Venezuela su 50% de las acciones de la empresa Ruhr Oil, haciéndose así con refinerías en el corazón de Alemania y de Europa.

Durante la rueda de prensa, Chávez contó su paseo por Moscú en un Lada rojo para inagurar una placa en honor de Simón Bolívar. «Es el mejor coche que existe y el más barato», recalcó. Después, regaló chocolate, cacao en polvo y un bote de mermelada de plátano a su anfitrión. Medvédev aceptó el obsequio diciendo en plan castizo: «¡Dabai siuda!» (¡Trae paca!).