La OTAN adopta su concepto estratégico para el siglo XXI, que incluye un escudo antimisiles

La Voz LISBOA/AGENCIAS.

INTERNACIONAL

20 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La OTAN adoptó ayer en la cumbre en Lisboa su nuevo concepto estratégico para adaptarse a las nuevas amenazas de seguridad en el siglo XXI, que incluye el desarrollo de un escudo antimisiles para proteger las poblaciones y el territorio europeo, y la intención de invitar a Rusia a cooperar en el proyecto.

Al término del primer día de esta cumbre de dos días, los 28 socios aliados dieron luz verde a un documento que busca hacer frente a nuevos desafíos como el terrorismo global y los ciberataques y que reemplazará el anterior, adoptado en 1999, dos años antes del 11-S.

Reticencias

Antes hubo que superar el desacuerdo entre París y Berlín, y el de Turquía. Las reticencias de Ankara se solventaron después de que la Alianza renunciara a catalogar a Irán como uno de los enemigos de los cuales es preciso defenderse.

En el diferendo francoalemán, Francia, que posee su propio arsenal atómico, no quería renunciar a contar con ese elemento de disuasión, pero Alemania deseaba comenzar a hablar de su progresivo abandono.

La iniciativa de desplegar un futuro escudo antimisiles europeo, con colaboración de Rusia, dio la ocasión perfecta a Berlín para hablar de sustituir las armas nucleares. París aceptó que ambos elementos sean, en todo caso, complementarios. Y se optó porque «el objetivo es crear las condiciones para un mundo sin armas nucleares, pero mientras existan, la OTAN seguirá siendo una alianza nuclear», aseguró Rasmussen, en la misma línea de Barack Obama.

Rasmussen enfatizó que el nuevo escudo antimisiles -que podría costar cerca de 1.000 millones de dólares-, es clave para la futura arquitectura de seguridad euroatlántica. El escudo europeo, que podría estar formado por baterías de cohetes interceptadores Patriot, que disponen países como España, servirá para defender a Europa de posibles ataques con misiles balísticos de terceros países.

La cumbre tiene previsto aprobar también las directrices para recortar el número de cuarteles generales de once a siete, y el de agencias de catorce a tres, además de reducir plantilla.