EE.UU. revela que la radiación ya es letal a un kilómetro de Fukushima
INTERNACIONAL
Los técnicos luchan contra reloj por enfriar los reactores 3 y 4, mientras algunos expertos calculan que la nube tóxica podría llegar hoy a California, aunque sin riesgo para la salud
18 mar 2011 . Actualizado a las 10:21 h.Helicópteros militares y camiones cisterna arrojaron ayer toneladas de agua marina en un intento desesperado por enfriar el reactor número 3 de la planta de Fukushima, que emite elevados niveles de radiación que non han podido ser rebajados. De hecho, EE.?UU. reveló ayer que la radiación es letal en un radio de un kilómetro de la central. El desastre dejó hasta el momento 23 heridos, mientras otros 20 trabajadores quedaron expuestos a radiación. Uno de ellos recibió una alta dosis de radiación, indicó el OIEA. Otros dos están desaparecidos.
Jugándose la vida, operarios, militares y policías japoneses trabajaron contra reloj para refrigerar la unidad 3, algo que según Tepco logró introducir al menos algo de agua en las piscinas de combustible nuclear.
Las 30 toneladas de agua que lanzaron cuatro helicópteros provocaron emisiones de vapor de agua, lo que indica que el líquido llegó a las barras de combustible utilizado, altamente peligrosas, -este reactor utiliza plutonio, más peligroso para la salud humana que el uranio de los otros-. Pero no se logró un descenso significativo de la radiación (de 3,782 a 3,754 milisiévert por hora).
Sobre la central, la radiación es 40 veces superior que en tierra, lo que obliga a los helicópteros a volar en línea recta y no en círculos. Según fuentes militares, sus diez tripulantes, tras ser descontaminados, presentaban un nivel inferior a 60 milisiévert, frente a los 100 que se consideran el máximo en una misión de emergencia. Los pilotos descubrieron que en la piscina del 3 hay menos agua que en la del 4, por lo que preocupa más.
En una segunda operación, camiones de la Armada con cañones de agua se turnaron para arrojarla sobre el reactor 3, para refrigerarlo y evitar que el combustible quedase expuesto, también tras una tentativa fallida con vehículos de la policía.
Lograr electricidad
Los responsables de la empresa trabajan también a la desesperada para devolver la electricidad a la central y restablecer las bombas que suministran agua al sistema de refrigeración y llenar las piscinas, labor que podrían alcanzar hoy tras instalar ayer un cable eléctrico externo al reactor 2, cuya vasija de contención está dañada y entraña un nuevo riesgo de fuga. El objetivo de los técnicos es reactivar, al menos parcialmente, ese sistema de refrigeración.
El Gobierno japonés, no obstante, asegura que no hay planes de ampliar el área de evacuación más allá del radio establecido de 20 kilómetros de la planta de Fukushima. Sin embargo, a 30 kilómetros la contaminación «ha aumentado de forma significativa» en las últimas 24 horas, con niveles de hasta 0,17 milisiéverts por hora, según el ministro japonés de Ciencia.
Niveles letales a 1 kilómetro
Mientras el Pentágono anunció que enviará a Japón a nueve expertos nucleares, la embajada de EE.?UU. en Tokio, por consejo de la Comisión Reguladora Nuclear, recomendó a sus ciudadanos que estén a 80 kilómetros de la central que abandonen la zona.
La preocupación por las fugas radiactivas aumenta al otro lado del Pacífico. Expertos meteorólogos vaticinaron que los primeros isótopos radiactivos podrían llegar hoy a la costa oeste de EE.?UU., aunque en dosis inofensivas para la salud, empujados por las corrientes de las altas de la atmósfera.
Una agencia de las Naciones Unidas, Comprehensive Test Ban Treaty Organization, situaba ayer la trayectoria de la nube tóxica en las islas Aleutian (Alaska), donde la Agencia de Protección Medioambiental ya ha instaladores medidores.
«Las bases físicas y científicas indican claramente que no puede haber riesgo para la salud ni en California, ni en Hawái ni en ningún otro territorio estadounidense», insistió ayer Gregory Jaczko, presidente de la Comisión de Regulación Nuclear.
El OIEA también se mostró cauto al asegurar que la situación en los reactores dañados de Fukushima sigue siendo «muy seria», aunque no ha empeorado desde el miércoles. «Pero todavía es posible que empeore», dijo Graham Andrew, asesor del director, Yukiya Amano.