«Seguimos con la incertidumbre»

Beatriz García Couce
beatriz couce A CORUÑA / LA VOZ

FIRMAS

Los operarios esperaban más resultados, pero insisten en que la movilización era necesaria

10 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El día amaneció con muy pocos grados en Ferrol, pero el ritmo que se vivía en el interior del astillero ferrolano, pasadas las ocho y media de la mañana, no era para nada gélido, más bien lo contrario. Centenares de trabajadores llegados de todos los puntos de la antigua Bazán, oficinas y talleres incluidos, se apuraban para subir a los sesenta autobuses que se fletaron para favorecer la participación en la manifestación que llevó hasta A Coruña las peticiones del naval. Operarios de Navantia y de sus compañías auxiliares se dirigieron, en una caravana de buses que llamó la atención a los conductores que circulaban por la AP-9, esperanzados en arrancar al delegado del Gobierno, si no un compromiso de carga de trabajo que les despejase el futuro, al menos algo de confianza para el sector.

No obstante, los trabajadores del naval están curtidos en mil batallas, porque padecen en primera persona los vaivenes de una industria que se mueve como los dientes de una sierra y que alterna grandes picos de actividad -como los que se vivieron en los últimos años- con caídas al vacío en las que se destruyen miles de empleos. «Yo creo que hasta que se celebren las elecciones andaluzas no se va a mover nada de nada», afirmó uno de los trabajadores en ruta hacia la ciudad herculina. Las plantas andaluzas están también agotando su trabajo, y los operarios gallegos consideran que los anuncios de nuevos encargos no se van a producir hasta que se celebren los comicios en Andalucía.

«Aquí sempre estamos con que ¡malo será! e agora xa só queda o malo», advirtió otro operario. Más de 700 puestos de trabajo han sido destruidos en los últimos cuatro meses y el despido es una espada de Damocles que pende sobre las cabezas de los 2.500 operarios auxiliares de las dos factorías.

Minutos antes de llegar al punto de encuentro, dos enfermeras de un hospital coruñés saludaban a los trabajadores con una pancarta con la que se solidarizaban con el naval ferrolano. «Me da pena ver este apoyo en A Coruña y no en Ferrol», aseguró un operario de una firma auxiliar. «Es que la comarca aún está viéndole ahora las orejas al lobo, y de hecho hasta ahora no se notó mucho más el paro en Ferrol gracias a Navantia», reseñó su compañero de viaje.

Ya en la ciudad herculina, los trabajadores animaron la manifestación al sonido de las consignas, con potentes petardos y sirenas de mano, e hicieron frente al frío delante de la sede de la Delegación del Gobierno, en donde permanecieron durante una hora. El tráfico fue desviado para evitar grandes colapsos, a lo que contribuyó que el regreso se efectuase por el interior del puerto. Aunque la mayoría valoró positivamente la participación en la protesta, entre los participantes no se escondía la decepción por la falta de compromiso del Gobierno. «Nos volvemos con la misma incertidumbre. Esperábamos al menos una buena noticia», comentaron Néstor Feal y Miguel Ángel Cazón, trabajadores de Maessa, una firma auxiliar de los astilleros. «Cuando acabamos la jornada, no sabemos si vamos a salir despedidos o no. Los viernes es el día que más acojonados estamos», comentaron. Ya de regreso, otros operarios manifestaron que, pese a regresar a Ferrol sin resultados bajo el brazo, la manifestación había servido para algo.

Adhesiones políticas

Durante la jornada se multiplicaron las adhesiones políticas. El alcalde de Ferrol, José Manuel Rey, convocó para esta mañana una junta de portavoces para abordar la crisis del naval. El Concello de Fene aprobó una declaración institucional apoyando las demandas del naval, e IU también reclamó trabajo.

en directo con los manifestantes

«Canto máis me afasto de Ferrol menos preocupados vexo aos políticos pola nosa situación»

Fernando Sinde

«La falta de trabajo y el no saber qué pasará es el único comentario que hay en el astillero»

Miguel Ángel Cazón