El PIB mejora las previsiones y crece un 1,4 % en el 2014, el primer avance en seis años
31 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Seis años después, la economía española vuelve a los números verdes. Y lo hace con fuerza. El Instituto Nacional de Estadística avanzó ayer que el producto interior bruto cerró el 2014 con una subida del 1,4 %, dato que espanta definitivamente los fantasmas de la recesión y supone el mayor incremento desde el 2007.
En una escalada progresiva desde el verano del 2013, el PIB dio un acelerón definitivo en los tres últimos meses del año pasado, cuando registró un alza del 0,7 % en tasa trimestral, dos décimas más que entre abril y septiembre, y del 2 % si la variación se mide respecto al mismo período del 2013 -cuatro décimas más que en el trimestre precedente-.
Aunque el INE todavía no ha desglosado los datos, que se conocerán de forma definitiva el 26 de febrero, es la demanda nacional la que tira de la economía, como ya avanzó esta semana el Banco de España en su boletín económico mensual, en el que advertía «un comportamiento algo más dinámico» en los indicadores de consumo privado en el tramo final del año. El repunte de las matriculaciones de vehículos, de las ventas de las grandes empresas y de la confianza de los hogares, junto al primer incremento en la facturación del comercio en siete años, señalan inequívocamente en esa dirección.
Si no hay dudas sobre el papel clave del consumo en la estimulación de la economía, más disensiones mantienen los expertos en torno a la contribución del sector exterior, que entre enero y noviembre del 2014 registró un déficit por cuenta corriente de 3.600 millones de euros, frente al superávit de 12.300 del mismo período del año anterior, por el fuerte tirón de las importaciones.
Mejores perspectivas
De confirmarse el dato, la economía española habría batido el año pasado todas las previsiones oficiales, al crecer una décima más de lo augurado por el Banco de España o el Gobierno -aunque estas dos últimas instituciones ya habían deslizado en las últimas semanas la cifra que ayer certificó el INE- y dos por encima de las estimaciones de la Comisión Europea y la OCDE.
Con este atracón de optimismo, al Gobierno ya le empiezan a apretar las costuras del traje de previsiones con el que había engalanado las cuentas de este año electoral. Aunque hace meses que alardea públicamente de que no le costará superar el listón de crecimiento que se había fijado para este año, situado en el 2 %, ayer dio un paso más y, por boca de Álvaro Nadal, jefe de la oficina económica de la Moncloa, apuntó a un incremento del PIB «de entre el 2,5 y el 2,9 %» si se mantiene el vigor exhibido en el tramo final del 2014.
Eso sí, no será hasta abril, mes en el que debe actualizar el programa de estabilidad para remitirlo a las autoridades comunitarias, cuando el Ejecutivo decidirá si revisa, y en qué cuantía, sus previsiones para el 2015. En la misma línea apuntó el secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, que remarcó que el Gobierno realiza «previsiones muy conservadoras».
Frente a la pujanza de la economía, los precios acumulan ya siete meses consecutivos de caída, que se agudizó en enero, cuando el IPC registró un descenso del 1,4 % en tasa interanual -frente al 1 % de diciembre-, según el dato anticipado ayer por el INE. La explicación se encuentra en el abaratamiento de los carburantes por el desplome del barril de crudo Brent, que cerró enero en los 49,59 euros, frente a los 107,15 euros del mismo mes del 2014.
Los sindicatos reclaman subidas salariales del 1,5 % para impulsar la recuperación
Sindicatos y patronal mantienen el pulso sobre la subida salarial que se pactará este año como referencia para las renegociaciones de convenios. De hecho, este es el único punto que falta para cerrar el nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, tras vencer el que estuvo vigente entre los años 2012 y 2014. El secretario de Acción Sindical de CC.OO., Ramón Górriz, advirtió que para mantener la economía en la senda de la recuperación es necesario incentivar el consumo, lo que «no se hace incrementando los salarios un 0,6 o un 0,8 %», como plantea la patronal. Pide, por contra, alzas cercanas al 1,5 % para este ejercicio -con la posibilidad de que se pacten subidas mayores en aquellos sectores más dinámicos- y que en los siguientes se fije una fórmula que recoja también la evolución de la inflación y de la productividad.
Górriz confía en que las partes puedan llegar a un acuerdo la próxima semana, al entender que los empresarios han abandonado su enroque y empiezan a ser conscientes de la necesidad de aumentar el poder adquisitivo de los trabajadores. «No se pueden repetir épocas pasadas», aseguró en relación a la política de contención salarial pactada para el período 2012-2014.