Medio Rural y Pesca afirma que sólo seis de los diecinueve pósitos asturianos piden el cierre Los cerqueros que llevan una semana sin salir a faenar siguen exigiendo soluciones
13 dic 2002 . Actualizado a las 06:00 h.A las 9.30 horas en primera convocatoria, y treinta minutos después en segunda, la Casa del Mar de Gijón acoge hoy una asamblea de la Federación Provincial de Cofradías en la que, a petición de los pósitos, se pospondrá el orden del día previsto para abordar únicamente un asunto de extrema urgencia e importancia: la situación del caladero asturiano tras la marea negra del Prestige . Esta semana ha sido difícil para el sector pequero, especialmente para los cerqueros, que emplean en Asturias a 160 marineros. Los doce barcos del cerco -nueve de Avilés, dos de Lastres y uno de Luarca- llevan una semana sin salir a faenar, alegando que el estado del mar -con manchas de fuel que acaban con sus caros aparejos- se lo impide. El sector demanda el cierre del caladero para su pesquería -así se lo pidieron el miércoles en Tapia a Areces y a su consejero de Pesca- pero la Consejería se niega, afirmando que la situación no lo justifica. Después de rechazar la oferta del Principado de pagar a los cerqueros por limpiar el fuel, aunque puedan seguir faenando, los pescadores de este arte están pendientes de decidir las medidas a adoptar para defender sus intereses, pues tenían previsto esperar al resultado de la reunión que los presidentes de las regiones cantábricas mantuvieron ayer en Madrid con Rajoy. Al cierre de esta edición aún no había concluido el encuentro en Madrid, pero la postura de Pesca a primera hora de la tarde era clara: el caladero no se cierra, de momento. Según fuentes de la consejería, se solicitó a las cofradías que celebraran el jueves asambleas con el fin de clarificar su postura sobre el cierre del caladero. «No nos han enviado nada por fax, pero extraoficialmente sabemos que sólo seis de las diecinueve apoyan el cierre. Avilés sólo lo apoyaría parcialmente, en lo que respecta a la pesquería del cerco», señalaban en la consejería. Por contra, en las cofradías negaban haber tenido comunicación oficial de que debían celebrar tales asambleas -que hicieron, al parecer, por iniciativa propia-, y la crítica unánime al Gobierno regional era que pretende cargar a los pósitos con la decisión de cerrar o no el caladero, algo que es competencia suya.