Luarca desvela el misterio de los calamares más raros del mundo
A MARIÑA
«Su anatomía y formas de vida están más cercanas a los alienígenas»
03 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Hasta el próximo 31 de abril, en Luarca se ofrece la oportunidad de visitar una exposición única, que da pie a desbordar la imaginación y que a su vez entraña un gran interés científico: el misterioso mundo de los cefalópodos, con 60 ejemplares de diferentes especies de todo el planeta, originales, conservados en recipientes específicos.
Es un añadido a la colección de calamares gigantes que posee el Cepesma, considerada la más importante del mundo. Todo ello se muestra en la sala de conferencias y exposiciones del Centro del Calamar Gigante de Luarca.
«Es una gran ocasión para conocer de manera profunda y amena la vida de estas singulares especies. En muchos casos sus anatomías y formas de vida están más cercanas a los seres alienígenas», apunta Luis Laria, máximo responsable de Cepesma.
Los cefalópodos reunidos en Luarca fueron capturados por todo el mundo, desde la Antártida a Chile, las Malvinas, Perú, Argentina, California, las Azores, el Mar del Norte, Namibia, Madagascar, Marruecos, la Guayana Francesa, Japón y distintas áreas del litoral español. La mayoría pertenecen al doctor Ángel Guerra, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, considerado uno de los especialistas mas importantes del mundo en cefalópodos, que presidió el sábado el acto inaugural y, además, dio una conferencia. Los capturó en diferentes campañas de investigación
«Es una oportunidad única», insiste Luis Laria, quien da un argumento irrefutable: «Los visitantes tienen la oportunidad de ver desde el más grande de los calamares expuestos en el mundo, hasta el más pequeño, una especie de calamar de solo 18 milímetros procedente de aguas japonesas».
«También se pueden ver rarezas en algunos que poseen un ojo diez veces superior en tamaño al otro; calamares que tienen pelos, como descubrimos cuando estábamos montando la exposición y era algo que incluso ignoraba Ángel Guerra y su equipo de colaboradores, que los capturaron. Hay calamares gelatinosos; otros provistos de concha, e incluso podemos fascinarnos con el increíble dimorfismo sexual de hembras que superan más de 30 veces el tamaño de los machos», añadió Laria.