
Los primeros bonitos de la costera en A Mariña se vendieron el pasado jueves en Celeiro, donde un barco de Cedeira alijó los 945 kilos que capturó antes de adelantar el regreso a puerto. A esa subasta testimonial le sigue hoy en Burela una cuyo volumen sí permite pulsar cómo recibe el mercado al bonito fresco, pescado artesanalmente. Seis lanchas vascas descargarán a partir de las cuatro de la madrugada unos 18.000 kilos. Serán rulados a partir de las seis de la madrugada, en una puja a la baja que se espera muy concurrida.
Aunque no pueden considerarse una referencia, los bonitos más grandes se pagaron en Celeiro a un máximo de 11,80 euros el kilo, con un promedio de 8,45 euros; los monos, las piezas de menos de cinco kilos, pasaron entre 4 y 6,20 euros. Las lanchas vascas regresan porque se les venía encima una borrasca.