ForSeaDiscovery cree «en riesgo» el galeón que yace en la ría de Ribadeo

D. GAYOSO / S. SERANTES RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

FORSEADISCOVERY

El arqueólogo subacuático que lo descubrió en el 2011 volvió ayer al pecio

24 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Corría el 2011 cuando un dragado en el canal de acceso al puerto comercial de Ribadeo dejó al descubierto los restos de lo que se bautizó como «el galeón mejor conservado del mundo». Entonces, con el arqueólogo subacuático Miguel San Claudio al frente, personal de su empresa Archeoanutas protegió con mallas el tumulo de arena bajo el que yace. Ayer, Miguel San Claudio volvió al pecio, con el proyecto internacional ForSeaDiscovery. Cuatro años después, «el barco está en peor estado que cuando lo encontramos: sufre un deterioro acusado y está en riesgo».

Después de seis días en la ría de Viveiro, el equipo ForSeaDiscovery empezó a trabajar ayer en la ría de Ribadeo. Pasaban minutos de las ocho de la mañan cuando zarparon del náutico ribadense, a bordo de la lancha semirrígida que hasta el domingo será su base de operaciones en el mar. En las primeras inmersiones, los arqueólogos subacuáticos han comprobado que los temporales y el paso del tiempo han hecho mella en el pecio. De unos 32 metros de largo, el galeón podría pertenecer a la flota que en 1597 partió de A Coruña, al mando de Martín de Padilla, con intención de invadir Inglaterra. «Es únicamente una hipótesis», precisa Miguel San Claudio, quien confía en que las investigaciones arrojen más luz.

A ocho metros de profundidad, ayer ratificaron que del galeón son muy visibles restos de madera, cuadernas, vigas y algún mamparo, así como piezas de cerámica. Se supone que bajo la arena estaría gran parte del casco de la embarcación, de ahí que cuando se descubrió fuese bautizado como el «galeón mejor conservado del mundo».

Extraer muestras de madera es el objetivo de ForSeaDiscovery, proyecto que financia la UE y que dirige Ana Crespo, del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Analizando la madera aspiran a saber cómo España y Portugal conquistaron los mares entre los siglos XV y XIX.