La intensificación de la labor sancionadora tensa el clima en el cuerpo
06 feb 2013 . Actualizado a las 13:19 h.Al hilo de la controversia sobre la privatización del control del tráfico y la labor de los agentes, los responsables municipales de Vilagarcía acaban de ordenar a la Policía Local que intensifique al máximo el control sobre la actual zona azul. Así lo confirman fuentes del Concello, que explican que las nuevas instrucciones fueron dictadas el pasado fin de semana, en el momento en el que la polémica se encontraba en su punto álgido. Los conductores que ayer trataban de buscar un hueco en lugares como la plaza de la Independencia pudieron comprobar en la práctica el incremento de la vigilancia sobre el estacionamiento regulado. Hasta el extremo de que varias de las plazas permanecían vacías, algo completamente inusual en una jornada de mercado.
Las mismas fuentes evitan entrar en las razones por las que se ha dictado esta orden a la plantilla, aunque caben pocas dudas acerca de su relación con las declaraciones del concejal de Seguridade Cidadá, Cholo Dorgambide, sobre la labor de los agentes -por las cuales, o por la interpretación que se les dio, pidió disculpas el domingo- y la polvareda que levantaron los datos enunciados por el edil de Facenda, José Manuel Pardal, de los que se desprende que Ravella pretende imponer un millar de sanciones diarias a los conductores que crucen la capital arousana en el momento en que se privatice el sistema.
«Con todo esto la situación no ha hecho más que ir a peor entre la plantilla», reconocen fuentes municipales, que explican que, a la espera de la anunciada reunión con el responsable de Seguridade y el propio alcalde, el popular Tomás Fole, el ambiente generado en la Policía Local es realmente tenso.
Representantes de la junta de personal, el órgano que da voz a los funcionarios, aseguraron ayer desconocer las nuevas directrices acerca de la vigilancia sobre la zona azul. No obstante, este será un tema que, a buen seguro, el organismo sindical abordará en su reunión de esta mañana junto a las consecuencias de la privatización, que el bipartito conservador planea poner en marcha en el segundo semestre del año.
Varios de los agentes, así como la propia junta de personal, manifestaron la semana pasada sus dudas sobre una medida que, en su opinión, persigue únicamente fines recaudatorios.