Tres años después de su inauguración a bombo y platillo, el estado del adoquinado de la calle Alcalde Rey Daviña, la principal arteria comercial de Vilagarcía, continúa generando múltiples complicaciones. Ayer, una mujer de 67 años, M. J. S. C., vecina de la capital arousana, sufrió heridas de consideración al tropezar con una de las piezas que conforman el empedrado.
El parte médico de la vilagarciana indica que sufre un traumatismo craneal en la zona frontal de la cabeza, además de la dislocación de uno de sus hombros. La víctima de la caída, que fue atendida y trasladada al Hospital do Salnés por Protección Civil, insiste en que el tropiezo, que le sobrevino al inicio de la calle, tras cruzar el nuevo paso de peatones de la plaza de la Constitución, se debió a uno de los adoquines.
Ya en plenas fiestas navideñas, el concejal de Obras, Jesús Longa, reconocía que el solado de la calle está hecho un desastre. «Los problemas son constantes y se repiten en muchas zonas», apuntaba el edil popular, quien aseguraba entonces que, una vez finalizadas las vacaciones, su departamento sondearía a fondo el estado del adoquinado para ver cómo afrontar su deterioro. El propio Longa sospechaba que lo que la vía necesita es «incluso un levantamiento completo». Cuestión que, admitía finalmente el munícipe, se aventura compleja, dado el esfuerzo inversor necesario. Cabe recordar que en su peatonalización se emplearon 1,2 millones de euros del primer plan E.