Los alumnos de A Illa cazan sonrisas para una exposición

María Santalla VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

17 abr 2013 . Actualizado a las 06:55 h.

Los alumnos de cuarto curso del instituto de A Illa salieron ayer de expedición. Bajo el hermoso y deseado sol de la tarde, que decidió también acompañar con su sonrisa, dejaron el centro y recorrieron las calles del municipio a la caza del tesoro. Y como en estos tiempos afligidos no hay mayor tesoro que una sonrisa, ese fue el cometido que se les encargó a los jóvenes: buscar sonrisas e inmortalizarlas. El resultado de sus pesquisas a la captura de gestos amables será ahora transformado en un vídeo y en una exposición.

La mejor energía

La iniciativa ha surgido de las inquietas mentes de las coordinadoras del programa Voz Natura en el centro, Charo Bañobre y Sonia González, y del profesor de arte Antón Sobral, que colabora con el instituto en muchas actividades. ¿Y qué tiene que ver la sonrisa, se preguntarán ustedes, con la temática de las energías renovables que aborda el programa ambiental de Voz Natura? Antón Sobral se lo explicaba a la perfección a los alumnos antes de iniciar el recorrido. Qué mayor energía, les decía, que la interior, la que sale en forma de sonrisa y de alegría.

Los perros también ríen

Así que, con ese mandato, los chicos se repartieron en grupos y se fueron a la caza de risas. Justo a las puertas del centro encontraron las primeras, las de dos señores mayores que no tuvieron ningún reparo en sonreír a la cámara. Ni ellos, ni su perro, que se sumó a la fiesta y marcó también para los chavales su particular sonrisa sonora.

Hasta la poli

Mayores, jóvenes, niños, hombres, mujeres, y hasta un bebé se prestaron a dejarse retratar por los objetivos fotográficos. Incluso Rafa Fernández, el policía local, al volante del coche patrulla, fue tan amable de pararse y dejar un buen gesto a las cámaras.

No se lo pierdan

Por sumarse, hasta se sumó un camión de reparto en el que se dibujaba una enorme sonrisa. Todos esos alegres rostros serán ahora procesados y convertidos en arte gracias al buen hacer de Antón Sobral, las profes del instituto y los alumnos más veteranos del centro. El resultado podrá verse en unos días y seguramente tendrá la virtud de despertar todavía muchas más risas entre aquellos que tengan la oportunidad de verlo. Así que, si pueden, no se lo pierdan, que una sonrisa nunca viene mal y más en estos tiempos en los que no sobran los motivos para alegrar el gesto. Los chicos de A Illa les ayudarán a hacerlo.