Un niño de 7 años alerta por teléfono a la policía de que su madre está siendo golpeada por su pareja en Vilagarcía

Serxio González Souto
Serxio González VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

El presunto maltratador, de 50 años, fue detenido por la Policía Nacional a primeras horas de esta mañana

25 abr 2013 . Actualizado a las 04:01 h.

El caso tiene todas las trazas de un maltrato de libro. Hasta en la paradójica reacción de quien sería su víctima física, la mujer de 32 años a la que su hijo de 7 salvó ayer de una paliza a manos de su pareja, en Vilagarcía. El pequeño, que por lo visto se ha llegado a enfrentar al presunto agresor para defender a su madre, no dudó en telefonear a la Policía Nacional temprano, poco antes de las nueve de la mañana, al comprobar que los golpes volvían a caer. Dos coches patrulla y una ambulancia se dirigieron a la calle Edelmiro Trillo, en pleno centro de la capital arousana, para atajar el enésimo capítulo de violencia sexista. El hombre, de unos 50 años de edad, viudo, de vuelta de otra relación que no acabó bien, fue detenido y conducido a comisaría, donde pernoctó para pasar, se supone que esta mañana, a disposición judicial. Ella se quedaba en casa bajo el efecto de unos tranquilizantes mientras un grupo de amigos se hacían cargo del niño.

De Marín

La mujer es de Marín, él de Vilagarcía. Hace un par de años se conocieron y decidieron darse una oportunidad. Ella se trasladó a la vivienda de su nueva pareja junto a su hijo de corta edad. Un vecino comenta que los arranques agresivos vienen de lejos. Que más de un capítulo de su relación anterior se escribió con tinta morada, disimulada con maquillaje cuando las cosas se le iban al tipo de las manos. El entorno de su compañera actual sostiene que tampoco es la primera vez que esto sucede. Que los relatos sobre caídas fortuitas por pasillos y escaleras casan mal con la topografía corporal de contusiones e inflamaciones. Pero nada de ello es fácil de probar. Entre otras cuestiones porque, como reconoce la propia Policía Nacional, no existen denuncias previas contra él.

Este escenario de aparente impunidad cambió ayer, puesto que los agentes activaron el protocolo de maltrato, lo que implica una denuncia de oficio contra el presunto agresor. Su teórica víctima, según afirman sus amigos, muestra señales de haber sido, efectivamente, golpeada. Sin embargo, se resiste a tomar medidas. «Dice que está enamorada», aseguran perplejos.

Horas después, la mujer fue llamada a declarar. Que se sepa, no modificó una postura en la que algún mal consejo familiar puede tener mucho que ver.

Los vecinos de la pareja dicen que hace tiempo que el hombre se muestra violento.