Aparece en Valga el cuerpo calcinado de un hombre de noventa años

S. Luaña / R. Estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Mónica Irago

El cadáver del anciano, que vivía solo, fue hallado en un anexo a su domicilio con signos de violencia

30 may 2013 . Actualizado a las 13:39 h.

Los vecinos llevaban tiempo sin ver a José Manuel Burés. Como este anciano de más de noventa años vivía solo, algunos de ellos fueron a llamar a su puerta. Lo hicieron en varias ocasiones, sin obtener respuesta alguna. Así que, temerosos de que al anciano le pudiese haber ocurrido algo, decidieron dar parte a la Guardia Civil. Ayer por la tarde, miembros de este cuerpo se trasladaron hasta la casa en la que residía el anciano, en el lugar de O Forno (Valga) y entraron en ella. Tras un rápido registro encontraron los restos del anciano en el interior de una capilla adosada al domicilio y que, al parecer, el anciano utilizaba de almacén. Su cuerpo estaba completamente calcinado y presentaba evidentes signos de violencia. Algunos aseguran que había sido apuñalado, pero ese extremo solo podrá ser confirmado cuando se le practique la autopsia, porque dado el estado del cadáver, de momento es difícil precisar con detalle el maltrato recibido.

Aunque el macabro descubrimiento se realizó a las cuatro de la tarde, al cierre de esta edición el cadáver del anciano aún no había sido levantado. Agentes de la Guardia Civil vigilaron durante toda la noche la vivienda, precintada y cerrada a cal y canto. El escenario del crimen quedaba así blindado a la espera de que sea analizado hoy mismo por agentes especiales de la Unidad Contra el Crimen Organizado (UCO) que se desplazarán a propósito desde Madrid para estudiar todas las pruebas que en él puedan hallarse.

Aunque oficialmente todas las hipótesis están sobre la mesa y sobre el caso pesa el secreto de sumario, distintas fuentes apuntaron ayer a que la muerte del anciano pudo ser el desenlace fatal de un robo. José Manuel Burés era pasante y «vivía ben», según relataban los vecinos del lugar de O Forno, donde se produjeron los hechos.

Vivía solo y tenía 12 hijos

La casa en la que fue encontrado el cadáver es una vivienda unifamiliar de piedra con torreones y con una vieja capilla adosada que la víctima utilizaba como almacén y en la que presuntamente tuvo lugar el terrible crimen. Está rodeada de otras casas en las que residen los vecinos que en la mañana de ayer echaron de menos al anciano.

Sus conocidos aseguran que la víctima llevaba una vida normal. Había acumulado bastante dinero en sus noventa años de vida. Estuvo casado y tenía doce hijos. Vivía solo desde que se había separado de su mujer, aunque al menos hace un tiempo acudía una persona a la casa para ayudarle en las labores domésticas.

Nadie se explica lo ocurrido, porque nada extraño había en la vida del fallecido. Por eso todo apunta a un robo sanguinario como la causa del crimen.

Las clases en la escuela unitaria de O Forno, ubicada frente a la casa de la víctima han sido suspendidas hoy, para evitar que los niños tuviesen que cruzar el cordón policial para acceder a las clases.