Ravella señaliza los semáforos con cámara para cumplir la ley

María Santalla VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

La normativa obliga a avisar a los conductores de los puntos vigilados

12 jul 2013 . Actualizado a las 06:57 h.

Hace varios años que dos cámaras controlan el tráfico en la plaza de Ravella y en la avenida Rosalía de Castro, a la altura del cruce con San José, multando a aquellos conductores que rebasan las señales en rojo. Durante todo este tiempo, la presencia de este aparataje no estaba señalizada, de manera que pasaba desapercibida para aquellos conductores que no supiesen previamente de su existencia. Desde ayer, dos señales verticales alertan, unos metros antes, de la presencia de las cámaras.

La razón de que Ravella haya decidido instalar estas advertencias es la obligación de hacerlo que recoge la normativa que regula estas instalaciones. En efecto, según explicaban ayer desde el Concello, en una revisión de la norma para tratar de ajustar los tiempos que los semáforos deben permanecer en ámbar antes de cambiar a rojo, se comprobó la obligatoriedad de instalar avisos sobre la presencia de cámaras. Fue entonces cuando se tomó la decisión de colocar las dos señales que ayer ya alertaban a los conductores en ambos semáforos.

En cambio, no consta en las oficinas municipales de Vilagarcía ninguna reclamación que haya presentado ningún usuario por la falta de señalización de las cámaras en los semáforos.

Sea o no como consecuencia de la falta de advertencia, lo cierto es que estos dos semáforos son una fuente importante de recaudación para Ravella. En el 2011, por ejemplo, el último ejercicio contable del que hay datos, los ingresos por multas aumentaron un 56%, el tercer crecimiento entre las ciudades gallegas.

En el año 2010, primero en el que funcionaron, los dos aparatos registraron 3.900 infracciones que supusieron unos ingresos de 776.000 euros. En el siguiente ejercicio, posiblemente como consecuencia de un mayor conocimiento sobre su ubicación, se detectaron en estos dos puntos 2.500 infracciones, lo que traducido a multas representa 504.000 euros. El tercer año de funcionamiento siguió demostrando el efecto disuasorio de las cámaras. Se contabilizaron dos mil infracciones y se recaudaron 390.000 euros.

Con todo, pese a que el conocimiento de la existencia de las cámaras es cada vez mayor, saltarse el semáforo en rojo es la infracción más común en la capital arousana. En segundo lugar, entre las infracciones detectadas por la policía local, figura el uso indebido de los lugares habilitados para carga y descarga, que sin embargo supone la mitad del número de multas relacionadas con los semáforos. La tercera causa de sanción es el aparcamiento incorrecto, en espacios marcados con líneas amarillas o invadiendo las aceras. Los excesos de velocidad son la cuarta causa de multa, y la zona azul, la quinta.