Los tres siniestros se producen en lugares que habían ardido horas antes
12 sep 2013 . Actualizado a las 19:02 h.Los incendiarios, quienes quiera que sean, llevaban días rondando A Illa de Arousa. El domingo y el miércoles, la zona de Testos padeció los efectos de las llamas en un siniestro que se prolongó desde las dos a las seis de la mañana y en el que un equipo del parque comarcal de bomberos se empleó a fondo para contener el fuego hasta que las cuadrillas de la Xunta llegaron. Ayer a mediodía, las llamas a levantaron de nuevo a un paso de varias viviendas, en Testos. El campo de fútbol, El Salvador Otero, es como un oasis, lo único verde en medio de un terreno quemado. Apenas una hora antes, alguien trató de incendiar por enésima vez Xiabre. La rápida intervención del servicio de Emerxencias, auxiliado por dos helicópteros, evitó que el asunto fuera a mayores en Cea. Los bomberos, que actuaban en A Illa con una cuadrilla de Tragsa, colaboraron también junto a Protección Civil de Vilagarcía en la extinción del fuego que, por si fuese poco, renacía en A Pelada, en Faxilde, a las cuatro de la tarde.