Una pareja perdió al animal en Catoira cuando asistían a la Vikinga
02 oct 2013 . Actualizado a las 06:56 h.Casi emplearon más tiempo en viajar desde Sevilla a las Rías Baixas para tratar de recuperar a la perra que habían perdido el pasado verano que a encontrarla una vez aquí. Lara, la perra que se asustó y escapó sin dejar rastro por la algarabía de la pasada romería vikinga de Catoira a la que había acompañado a sus dueños, apareció ayer. Funcionó la colaboración ciudadana que habían estimulado Ana Calero y Sergio Ruiz contando su historia.
La perra fue identificada en Cangas gracias a las fotos publicadas en el periódico. Y ayer Ana y Sergio saltaron como un resorte en cuanto les avisaron. «Estaba en una churrería, en Cangas, y la mujer que nos avisó había visto en el periódico la foto, así que para allí nos fuimos», cuenta Sergio, que ayer por la tarde ya paseaba con la perra por las calles de Pontevedra. El reencuentro fue en la playa de Rodeira, no muy lejos de la churrería, y Sergio aún casi no se lo cree. «Cuando llegamos yo la llamé, pero pasó de largo». En realidad Lara iba corriendo directa hacia Ana, que unos pasos más atrás reclamaba su atención con su silbido. Fue solo un momento de incertidumbre. Y únicamente para Sergio. Porque las dudas las habían disipado la pareja antes. Una imagen remitida vía teléfono móvil a los propietarios de Lara por la vecina que la identificó no les había dejado dudas.
El viaje de Pontevedra a Cangas casi se les hizo más largo que el que emprendieron a lo largo de casi ochocientos kilómetros desde Sevilla solo para localizar al animal. De hecho, ayer por la tarde aún pagaban el precio de la emoción inicial. «Nos dejamos una sudadera en la churrería», comenta Sergio, instantes antes de volver a Cangas por ella.
Un pequeño paseo, en comparación con el itinerario que ha hecho la perra desde que se perdió su rastro en agosto en Catoira. De ahí a Vilagarcía, donde también fue vista. Y después a Bueu, donde la identificaron porque alguien publicó hace cuatro días una foto suya en una página de Facebook dedicada a perros perdidos. Ayer había llegado ya a Cangas. Ahora, le queda un viaje en coche de regreso a Sevilla, adonde llegó de la mano de la pareja hace ya siete años, cuando era el cachorrillo más pequeño de una camada de perros que vivían en el monte en estado salvaje en Jaén.