Pontecesures estudia cómo regularizar decenas de casas levantadas en suelo público

La tramitación del inventario de bienes del Concello de Pontecesures ha obligado al gobierno de Álvarez Angueira a afrontar uno de esos problemas que ha pasado, en silencio, de alcalde a alcalde. El documento recoge como municipal -y es que municipal es- una amplia bolsa de terrenos en Monte de Porto. Sin embargo, esa pequeña cumbre situada en el corazón de la villa cesureña está poblada de viviendas. Casas construidas, en algunos casos, hace más de cincuenta años, con el permiso de los alcaldes del momento. «A xente chegaba ao Concello, explicaba que non tiña onde facer unha casa, e o alcalde de turno dáballes un terreo nesa zona», explica la concejala Cecilia Tarela.

La madre de Rosa fue una de las beneficiarias de aquella política. El ayuntamiento le concedió un terreno para construir una casa y para disfrutar, también, de una pequeña huerta en la que poder sacar adelante sus cultivos. «A nós gustaríanos ter todos os papeis, o título de propiedade, porque sen el todo son problemas», explica Rosa. Problemas a la hora de hacer una obra en casa y tener que solicitar permisos, y problemas también a la hora de transferir la vivienda de padres a hijos.

Hasta ahora ningún alcalde se ha atrevido a meter mano en un asunto que afecta a varias decenas de viviendas. Algunas ocupan aún el terreno original. Otras han ido engordando sus fincas con el paso de los años, según señala el Concello. Ahora, la tramitación del inventario de bienes municipal abre una vía para regularizar la situación de todas esas casas. El gobierno local confía en que, antes de que finalice el plazo de exposición pública a mediados de mes, los afectados hayan acudido al consistorio para formular alegaciones y exponer su caso concreto. Porque hay muchas situaciones diferentes que exigirán respuestas, también, distintas.

Barajando alternativas

Los servicios jurídicos del Concello ya están estudiando las fórmulas que se podrán poner sobre la mesa para regularizar la situación de las casas afectadas. Sin embargo, la respuesta vecinal está resultando más lenta de lo esperado por el gobierno local, y el número de alegaciones presentadas por este tema es muy bajo. Y es que, además de las decenas de casas que hay en Monte de Porto, el problema se reproduce en otro foco: la rúa Ullán. Allí también se han construido en terrenos públicos varias viviendas ocupadas por familias gitanas.

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