El parque de Pedras Miúdas cobra forma

r.e. vilagarcía / la voz

AROUSA

CEDIDA

07 dic 2013 . Actualizado a las 06:54 h.

En Catoira es imposible perder de vista las obras de construcción del AVE. Los pilares el enorme viaducto por el que pasará el tren y la plataforma que aún hay que disponer sobre ellos son visibles desde casi cualquier rincón de la localidad vikinga. Pero, aún siendo ese puente la pieza clave del trazado, las obras se extienden por otros puntos del municipio y llegan a alcanzar, aunque de refilón, a la laguna de Pedras Miúdas, ese rincón reconquistado.

Cuando se negoció el camino que la alta velocidad seguiría por tierras catoirenses, comuneros y Concello entablaron negociaciones con Fomento para intentar que el recorrido tuviese el menor impacto posible en la localidad, en sus vecinos y en sus paisajes. Fruto de aquel debate, el Ayuntamiento logró que, a cambio de las cesiones que iba a realizar, el ministerio destinase una partida al proyecto de puesta en valor de As Torres de Oeste. También se logró, mediante un acuerdo con los comuneros, que Fomento realizase las obras precisas para convertir el entorno de la laguna de Pedras Miúdas en un área de esparcimiento público, diseñado para el disfrute general.

Esos trabajos ya han comenzado, y los comuneros han estado en todo momento pendientes de ellos. En varias ocasiones han realizado sugerencias para mejorar el proyecto inicial, y para su satisfacción, «as empresas que realizan os traballos sempre se mostraron moi receptivas a todo o que lles dixemos». Así, en las rutas diseñadas para recorrer el entorno de la laguna se han eliminado pendientes excesivamente pronunciadas. Para ello, ha sido preciso dibujar un recorrido más sinuoso, pero que resultará mucho más fácil de caminar para el gran público.

No es esta la única sugerencia realizada por los comuneros. Estos han detectado, también, que uno de los paredones del túnel construido en la zona es de granito gris. Una piedra que no tiene nada que ver con las que la naturaleza ha sembrado esa zona de la desembocadura del Ulla. Cambiar la piedra, evidentemente, es imposible, pero «vaiser mirar a posibilidade de teñila».