El Juzgado número 3 de Vilagarcía ha declarado nulas unas preferentes a nombre de un menor por valor de 8.000 euros. Los padres del titular habían suscrito una hipoteca con la entidad Bankia que, para conceder el crédito, puso como condición que todos los productos financieros que tenía suscrita la familia se centralizaran en esta entidad. Entre esos productos iba un depósito a plazo fijo de su hijo menor de edad por valor de 8.000 euros, una cantidad que se convirtió en preferentes sin saberlo ellos.
La hipoteca fue solicitada por un matrimonio joven de Vilagarcía que, para obtener el crédito, se vio obligado a pasar todas sus cuentas bancarias y otros productos, como planes de pensiones, seguros de vida y depósitos, a la que entonces era Caja Madrid. Entre esos productos iba el depósito del hijo.
No fue hasta que se empezaron a conocer los casos de preferentes que ellos sospecharon. Entonces preguntaron en el banco y fue así cómo descubrieron que el dinero estaba invertido en preferentes. Lo denunciaron y pusieron el caso en manos del despacho de abogados de Ramón Montenegro, que recibió hace unos días la sentencia que da la razón a la familia y declara nulas las preferentes, además de condenar en costas a la entidad.
Entiende la sentencia que existió «error absoluto en el producto», por lo que obliga a Bankia a devolver los 8.000 euros a sus clientes. «El error se produce -dice el fallo- cuando la voluntad del contratante se ha formado equívocamente a partir de una creencia inexacta sobre el objeto esencial del contrato». Y añade que «la información que dio la entidad financiera no se cumplió conforme a la legalidad al ser el producto adquirido complejo y de máximo riesgo». A los denunciantes se les hizo el test de idoneidad que dejaba claro que no cumplían con el perfil para la contratación de un producto bancario de alto riesgo del que, además, no habían sido informados».
Medio millón de euros
La dimensión del problema de las preferentes queda bien reflejado en el hecho de que, solo en el despacho de Montenegro, se tramitaron una docena de pleitos por valor de medio millón de euros, y hasta ahora, todas las sentencias dieron la razón a los demandantes.