Pasear al perro por las playas de Vilagarcía quedará prohibido en verano durante el día

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Los animales tampoco podrán bañarse en el mar ni ser mojados en las duchas y lavapiés dispuestos en los arenales

21 mar 2014 . Actualizado a las 19:42 h.

La imagen de un ciudadano paseando tranquilamente a su mascota en A Concha-Compostela, el arenal de Bamio o los de Vilaxoán tiene los días contados. Al menos, durante la temporada de verano en aquellas horas que el Concello de Vilagarcía establece como período diario de baño. Es decir, entre las diez de la mañana y las nueve de la noche. Este es uno de los puntos que establece la ordenanza de uso, seguridad y conservación de las playas que el gobierno local está a punto de presentar a pleno, tras incorporar las propuestas formuladas por el grupo socialista.

El texto definitivo es el siguiente: «Non está permitido o acceso aos areais e praias con animais, dende o 1 de xuño ao 30 de setembro no horario de baño establecido polo Concello (dende as 10 ata as 21 horas)». Su redacción modifica el planteamiento inicial del bipartito conservador, que apostaba por delimitar una serie de espacios que las mascotas sí podrían frecuentar junto a sus amos durante la temporada de baño. La idea, sin embargo, fue descartada, al parecer tras ser consultada con un veterinario que la consideró escasamente higiénica y poco conveniente. Así las cosas, las únicas excepciones que admitirá la normativa municipal se refieren a los perros guía, siempre que acompañen a la persona a la que sirvan, así como aquellos canes que se destinen a tareas de auxilio o salvamento.

En cuanto a las playas de bandera azul, enseña que el verano pasado únicamente lució la de Bamio, «dependerá da normativa vixente, podendo estar prohibida a súa presenza durante a tempada de baño».

En resumidas cuentas, pasear al perro en verano por la playa únicamente será posible de noche. Por supuesto, siempre con la correspondiente correa, ya que existe una prohibición legal de que los animales anden sueltos, no ya por los arenales, sino en general por cualquier calle o espacio público que no esté habilitado para ello.

Del mismo modo, el propietario de la mascota que pasee con ella por la noche deberá impedir que el animal en cuestión realice sus deposiciones en la playa. En caso de hacerlo, deberá recoger los excrementos, llegando «a limpar a parte da vía pública que fose afectada».

Un último punto versa sobre otra costumbre bastante generalizada: permitir que los perros se bañen en el mar, o hacerlo utilizando las duchas y lavapiés destinados a la higiene de los bañistas. También queda prohibido y sancionado con multa.