Fueron medio millar de personas las que en la tarde de ayer se concentraron ante la casa consistorial de O Grove para protestar por la forma en la que se está gestionando el documento que regirá el futuro urbanístico del municipio. Los manifestantes se concentraron a las 20.40 horas en la plaza de O Corgo -con tan solo diez minutos de retraso- e ilustraron sus consignas con pancartas en las que se podían leer mensajes como «PXOM si, pero non así» y «Os caciques fóra do PXOM».
Entre los asistentes no se vio ninguna cara conocida del grupo de gobierno, pero sí concejales de la oposición, como el portavoz de EU, Xan Lamelas. También estuvo el exalcalde José Antonio Cacabelos.
En los comunicados leídos en el acto se quiso dejar claro que no se trataba de una oposición al PXOM, un documento que O Grove espera desde hace años, sino una protesta a la supuesta opacidad con la que se están llevando a cabo los trámites. Lo cierto es que algunas de las cuestiones que los manifestantes pedían, como que se diera más información o se ampliara el plazo de exposición pública, ya fueron aprobadas por el gobierno local. Pero la preocupación por cómo pueda afectar la nueva ordenación a un municipio constreñido en la villa por su carácter peninsular y en la costa por las restricciones a la construcción hicieron reaccionar a un pueblo que, históricamente, nunca tuvo pereza para salir a la calle y reclamar lo que le corresponde.
Con todo, la concentración nada tuvo que ver con otras movilizaciones históricas en O Grove. Baste recordar que a la manifestación convocada en el 2005 también por el PXOM acudieron unas dos mil personas. Ayer fueron una cuarta parte.