Los dueños siguen sin atreverse a abrir el bar si no hay alguien con ellos
27 nov 2014 . Actualizado a las 04:52 h.Fátima y Juan, la pareja que está al frente del bar Dubái de A Illa de Arousa, informó ayer de su intención de pedir una orden de alejamiento para M. N. L. R., la mujer acusada de acuchillar a un joven, el pasado sábado, en el interior del local. Esta mujer y su compañero de piso protagonizaron el martes nuevos altercados en el interior y el exterior de la cafetería situada en la calle Marqués de Bradomín y, desde entonces, Fátima y Juan viven con el corazón en un puño. Tanto es así que solo abren el negocio si hay clientes o algún familiar con ellos por temor a posibles represalias de la pareja, que vive en un piso del mismo edificio. Ayer por la mañana, Fátima volvió a encontrarse con la acusada de agresión «que se rio delante de mí», pero no hubo mayores problemas. Pero el miedo es tal que «no me atrevo a salir ni para ir al súper», relata la empresaria.
Ayer a las dos de la tarde la cafetería estaba abierta pero con la puerta cerrada, una medida que adoptan con el fin de que les dé tiempo a reaccionar en caso de que entre M. N. L. R. o su compañero. A esa hora estaban arropados en el bar por media docena de clientes y un familiar que también fue testigo del altercado del sábado. «Levo moitos anos traballando na hostalería e nunca vin nada igual», indicó.
Fátima y Juan confían en que el titular del juzgado número 3 de Vilagarcía, que el lunes dejó el libertad con cargos a la acusada del acuchillamiento, tenga en cuenta su petición y firme una orden de alejamiento que les devuelva la tranquilidad. El alcalde Manuel Vázquez, por su parte, indicó ayer que el Concello no tiene competencias ni herramientas para actuar ante un caso de esta naturaleza. Pero el regidor está muy preocupado, de modo que ayer se fue a Pontevedra para exponerle el caso al Subdelegado del Gobierno y pedirle su colaboración. La respuesta que se encontró es que, más allá de la vigilancia que pueda hacer la Guardia Civil, cualquier intervención requiere una orden judicial. Vázquez anunció que todas las denuncias que lleguen al Concello en relación a este caso serán trasladadas a los juzgados con el fin de el juez tome nota de la tensión que se vive en A Illa.