La ría se prepara para recibir vientos superiores a los 100 kilómetros por hora a partir de las seis de esta tarde
03 feb 2017 . Actualizado a las 16:48 h.La fuerza del mar y del viento se conjuraron esta noche para arrancar buena parte del paseo de madera de A Lanzada, que amaneció sobre la carretera. Las máquinas se afanan desde primera hora de la mañana para intentar devolver cierta normalidad a la zona. Este destrozo es una de las muchas secuelas que el temporal nocturno dejó en la comarca. Desde primera hora, los servicios de emergencias están recibiendo las llamadas de vecinos que alertan de árboles caídos, de farolas que se han desplomado o de muros derrumbados, además de pantalanes a la deriva como el de Punta Moreiras (O Grove), y barcos que se han soltado de sus amarres.
Los datos registrados por las estaciones meteorológicas son contundentes: de madrugada, A Lanzada fue azotada por vientos de 120 kilómetros por hora, mientras que Corón, en el fondo de la ría, registró velocidades máximas de 111 kilómetros por hora. Las previsiones apuntan a que la ría volverá a padecer vientos de intensidad muy parecida a partir de las seis de esta tarde, con la entrada de un nuevo temporal.
En Vilanova, los bomberos están retirando tejas y uralitas, por peligro de desprendimiento, en la calle Miguel Jambrina. En Cambados un carballo se vino abajo en la zona de San Francisco, se cerró el parque de Torrado y un reguero de incidencias se abatió en lugares como O Cruceiro, donde su cruceiro resultó dañado. A Illa de Arousa mantiene el cierre de cualquier actividad en instalaciones municipales.
En Meis, los daños ocasionados por el temporal también son cuantiosos. Los fuertes vientos, que según los vecinos llegaron a tomar la forma de un tornado, levantaron varios tejados y tiraron muros. A las cuatro de la mañana, el temporal hizo que un galpón se desplomase sobre el vehículo que dormía en su interior.