Los colegios se rinden a la alimentación sana para prevenir el cáncer

«Que levanten la mano a los que les gusta comer fruta», invitó Isabel Carragal segundos antes de que los alumnos de primero, segundo y tercero de primera del colegio Arealonga alzasen los brazos. La unanimidad fue sorprendente pero Marcos López, Julia Saborido y Alba López, de sexto de primaria, confirman que, al menos para ellos, si es una realidad. Tras los más pequeños, los siguientes cursos de primaria recogieron la manzana que la Asociación Española Contra el Cáncer repartió ayer en todos los colegios de la ciudad y escuchar las palabras de Carragal sobre la necesidad de comer fruta desde pequeños para prevenir enfermedades.

«Está bien que hagan iniciativas como esta, para darnos consejos sobre buenos hábitos», señala Marcos. Su fruta favorita es la mandarina. Mientras, Julia prefiere las uvas, y Alba, las fresas. Por su parte, Alba Novo, de segundo de primaria, duda entre mandarinas y peras. Aunque ahora tienen una dieta variada, reconocen que no siempre fue así. Cuentan los trucos con los que sus padres les convencieron. Son de lo más diversos. «A mi me decían que si comía bien iba a ser el más fuerte y el más alto», ríe Marcos. Por su parte, Julia explica que «de pequeña no me gustaba el potito casero y me lo metían en uno comprado». Una buena técnica salvo porque afirma que «me daba cuenta». A Alba la fruta se la daban en batido, pero sin saber ella que llevaban. «Así sí la comía», bromea.

Una alimentación con legumbres, verduras y frutas como la de estos jóvenes y como la que ayer pudo verse en los centros escolares es el objetivo de la asociación. «La alimentación es importante como prevención. No queremos que se quede en algo puntual», afirma Carragal, que contó con la colaboración de Rosana Otero y Pili González. A pesar de que ayer predominó el color verde tanto en el recreo como en los comedores, donde colaboraron poniendo manzanas de postre, afirman que «todavía se ve demasiada bollería».

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