«¿Qué significa calidad de vida?», así responde Jorge Hrihor cuando se le pregunta por qué cambió Alemania por la aldea de O Castelo, un lugar situado en la parte alta de la parroquia de Xuño y con menos de un puñado de habitantes.
Desde hace doce años, en una vivienda construida poco a poco por ellos mismos, residen Jorge y su mujer, Conni. Explica que salieron del país germano sin rumbo, pero con la idea clara de no volver a vivir en ningún sitio que estuviera en el centro de algo.
Vendieron sus propiedades, se subieron a una caravana y recorrieron España de sur a norte, hasta llegar a Barbanza: «De forma casual, en Ribeira, conocimos a una persona que vendía un terreno en O Castelo porque necesitaba dinero y nosotros necesitábamos una propiedad, así acabamos en este lugar», comenta Jorge Hrihor.
Después de mucho esfuerzo y una larga espera consiguieron que la luz eléctrica y el agua llegaran a su vivienda: «Empezamos de cero», relata Conni. La mujer también precisa: «Redescubres cosas a las que no dabas importancia, como abrir un grifo y que salga agua». La familia Hrihor tampoco renuncia a Internet, pero tiene una máxima muy clara: «No gastar más de lo que se tiene».
Sin hipotecas
En su casa no hay ataduras hipotecarias ni nada que ponga en peligro su calidad de vida: «Vivimos tranquilos». La decisión de abandonar lo que tenían fue meditada, aunque Jorge reconoce que sus cuatro hijos, que siguen viviendo en Alemania, pensaron que al cabo de un año estarían de regreso.
Este hombre de mirada profunda y ademanes pausados observa el mundo que le rodea y piensa que el rumbo que se ha tomado no es correcto: «Ganar dinero no significa tener calidad de vida. Trabajas todo el día y te preguntas para qué. Trabajas para pagar a los bancos, el coche, la casa, eres prisionero de las hipotecas. Te engañas a ti mismo y no disfrutas de la vida. Vives con el temor a perder el empleo». En O Castelo afirman tener una muy buena convivencia con la gente.
«Salimos de Alemania sin destino fijo y recorrimos España de sur a norte»
Jorge Hrihor
«La vista de estos paisajes me sobrecoge el corazón cada día que bajo por el camino»
Conni Hrihor