Los usuarios del centro de día sonense piden soluciones ante el inminente cierre
PORTO DO SON
Las familias agradecen la labor de la empresa y los trabajadores y exigen que se mantenga el servicio
20 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El anunciado cierre del centro de día de Porto do Son dejará sin servicio a unos 25 usuarios, y en una situación delicada a sus familias. Por este motivo, ayer se celebró una reunión en las instalaciones en la que los afectados pusieron en común su postura con respecto a cómo se ha gestionado el servicio y al futuro de las instalaciones. En este sentido, exigen soluciones reales y viables ante una situación que, para muchos de ellos, se convierte en un auténtico drama.
En lo que respecta a la gestión por parte de la empresa concesionaria, NaCasa, usuarios y familiares no tienen más que buenas palabras. Aseguran que la relación con la firma ha sido siempre muy positiva y destacan que siempre ha recibido «una atención y respuesta excelente» ante cualquier duda. Asimismo, ponen el acento en la variedad de los servicios que oferta el centro de día sonense de los que carecen otras instalaciones de la comarca y valoran muy positivamente «el trato personalizado que recibe cada usuario».
Agradecen también el «excelente» trato proporcionado por los trabajadores, razones por las que demandan «que se mantengan en las mismas condiciones tanto en los servicios ofertados como en el trato y el cuidado personalizados que hasta ahora se venían proporcionando».
Sin culpables
Los usuarios también recordaron que los problemas en el edificio se detectaron «a los pocos meses de la apertura del centro» y mostraron su contrariedad por las «lamentables condiciones» en las que se encuentra un inmueble que abrió sus puertas hace apenas cuatro años. Aún así aseguran que su intención no es buscar culpables «sino que nos ofrezcan soluciones».
En este sentido, hablan de la reunión mantenida la semana pasada con el alcalde sonense, un encuentro del que destacaron, sobre todo, que «no se nos ha ofrecido ninguna solución real y viable, ni a corto ni a largo plazo», pese a que es cuestión de días que el centro de día cierre sus puertas dejando a algunas familias en una situación dramática por no poder atender a unas personas que presentan un alto nivel de dependencia.
A esto hay que añadir el hecho de que las familias «no disponen de tiempo suficiente para encontrar soluciones ante el cierre inminente de las instalaciones».