La puesta en valor del antiguo muro quedó paralizada junto con las actuaciones urbanísticas que lo sacaron a la luz
27 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La riqueza patrimonial y cultural de Noia es indiscutible, sin embargo, no es sencillo preservarla y ponerla en valor para que los noieses puedan presumir de historia. A la vista está en varios tramos de la muralla medieval que diversas excavaciones y actuaciones urbanísticas fueron sacando a la luz en los últimos años. El ejemplo más evidente se encuentra en un bajo del malecón de Gasset en el que, a través de los cristales, puede verse un trozo de muro que subsiste entre plásticos y restos de obra. A unos metros de este lugar, en el mismo malecón, otro tramo de la antigua fortificación permanece desde hace años cubierto de maleza.
Que ambos tramos de la muralla estén en esta situación no quiere decir que estén abandonados del todo. De hecho, ambos cuentan ya con un proyecto de puesta en valor, que se realizó cuando fueron encontrados, sin embargo, se encuentran en propiedades privadas y el azote de la crisis provocó que las iniciativas para ponerlos al alcance del público quedaran paralizadas junto con los proyectos urbanísticos que contribuyeron a sacarlos a la luz.
En el caso del trozo de muralla cubierto de maleza, está en un solar en el que iba a levantarse un edificio que, finalmente, no pasó de los planos.
Proyecto antiguo
Por su parte, el tramo situado en un bajo del malecón de Gasset fue hallado a principios de la década pasada cuando se iniciaron los trabajos para construir el inmueble que le da cobijo. Entonces, se llevaron a cabo varios sondeos y un proyecto de reintegración cultural del muro medieval, que hoy solo es visible a través de un cartel colocado en uno de los ventanales del sótano en el que se dan algunos datos sobre la muralla, fechada en el año 1320.
Es precisamente este indicador el único elemento que llama la atención en un bajo que, de otro modo, pasaría inadvertido para los viandantes pese a albergar una trozo de la historia de la villa.
Ese proyecto de puesta en valor se ejecutará cuando el bajo, que se alquila, esté ocupado. Si alguien decide instalar su negocio en él, tendrá que contar con reservar un espacio preferente para la conservación del monumento: «Trátase de que sexa accesible e de evitar a súa destrución», explican en el Concello.