La comarca llegó a tener 32 concellos entre 1821 y 1823

Daniel Bravo RIBEIRA

BARBANZA

Solo funcionaron sobre el papel al carecer de estructura administrativa

06 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La actual crisis económica, que todo lo cuestiona, ha puesto sobre el tapete la necesidad de reflexionar sobre una posible reforma de las demarcaciones territoriales municipales con el fin de redimensionar los ayuntamientos y dar lugar a concellos más grandes mediante fusiones o integraciones. A la luz de esta polémica puede reflexionarse sobre el origen de los municipios barbanzanos y sobre algunos avatares históricos que, en algunos momentos, estuvieron a punto de dar como resultado una ampliación del número de ayuntamientos y, en otros, todo lo contrario. Entre julio de 1821 y octubre de 1823, por ejemplo, la comarca tuvo 32 concellos.

El primer paso es recordar el origen de los ayuntamientos de la denominada área barbanzana.

Antes del sigo XIX

Desde el siglo XI, Barbanza y zonas aledañas estaban divididas en un laberinto administrativo de parroquias, villas, señoríos y jurisdicciones, como la de Noia, por ejemplo, que abarcaba el 90% del territorio. Solo las villas -Pobra, Caramiñal, Rianxo, Noia y Muros- estaban regidas por ayuntamientos, con sus regidores nombrados por sus respectivos señores.

A su vez, las parroquias tenían como único cargo administrativo un «mayordomo pedáneo». En eso consistía toda la estructura administrativa antes de 1830.

Los orígenes

El origen de los concellos actuales se remonta al período 1812-1836, y estuvo ligado a etapas históricas en las que gobernaban grupos liberales. Partidarios de la ruptura radical con todo lo que olía a pasado, los liberales sintieron la necesidad de crear «municipios constitucionales» destinados a tomar el relevo a la división territorial heredada de los tiempos medievales y modernos.

Lo hicieron en la primera ocasión que tuvieron: el gobierno liberal de Cádiz perfiló, en 1812, los primeros ayuntamientos constitucionales en todos «los pueblos que no le tengan y en que convenga que les haya..», como reza el artículo 310 de la Constitución de Cádiz, a condición de que contasen con al menos 1.000 almas.

Sin embargo, el proyecto encalló: finalizada la Guerra de Independencia, Fernando VII se cargó toda la obra de los liberales de Cádiz.

Trienio Liberal

El Trienio Liberal, 1820-23, abrió una segunda etapa en la creación de concellos. En julio de 1821, el gobierno ordenó crear ayuntamientos en núcleos con más de 1.000 habitantes. De nuevo, un prematuro cambio político dejó todo en papel mojado.

En otras palabras, se dispuso la creación de ayuntamientos, incluso se llegaron a nombrar alcaldes y otros cargos municipales, y a recaudar algunos impuestos, pero no llegaron a ejercer actividades municipales propiamente dichas.

¿Por qué? Porque no hubo tiempo para establecer casas consistoriales, consolidar una organización municipal elemental y poner fin al caos económico, del que son buena muestra que ayuntamientos poco habitados, como Olveira, Asados o Abelleira, contribuyesen al presupuesto provincial con cuantías muy elevadas -2.511, 3.336 y 2.310 reales-, mientras otros más poblados, como Ribeira, Pobra o Muros aportasen cantidades mucho más modestas: 754, 1.858 y 952 reales.

Los nuevos ayuntamientos tampoco cumplieron el criterio de 1.000 habitantes que exigía la normativa para que un núcleo de población pasase a ser concello. Lugares con más de 1.000 habitantes no se convirtieron en municipios, como Obre y Nebra, mientras que otros con pocos vecinos sí: Palmeira, Olveira, Toxosoutos, etc.

Por tanto, los concejos de 1821 solo existieron sobre el papel. Sus funciones se limitaron a recaudar algunos impuestos y a realizar el sorteo de las quintas de los mozos para el servicio militar, justamente las funciones propias de los antiguos mayordomos. Nunca llegaron a funcionar como tales.

Se conoce solo el nombre del alcalde y de los regidores del de Palmeira en 1821: «José Benito de Ageitos y Vidal, alcalde José Manuel Somoza, José Domínguez, José Santos, José Antonio Mariño, regidores, y Andrés Seoane, procurador síndico general», mencionados en un protocolo notarial, pero no los del resto de sus colegas, porque estos ayuntamientos no han dejado documentación alguna, por carecer, precisamente, de estructura administrativa.

En cualquier caso, los 32 concejos de la comarca tuvieron una vida efímera: desde el 7 de Julio de 1821 al 1 de Octubre de 1823, cuando todo se vino abajo, una vez más, y por el mismo motivo: la vuelta al poder de Fernando VII.

Pese a todo, la labor del Trienio Liberal dejó una huella muy profunda en el futuro hasta el punto de que aún hoy, por ejemplo, personas de Palmeira recuerdan con añoranza los viejos tiempos en los que contaban con un Ayuntamiento propio. Con las limitaciones antes mencionadas. Esto fue verdad, pero junto a los de Ribeira, Carreira y Olveira, y a los otros ayuntamientos con que llegó a contar la comarca.

37.215

Habitantes

Los ayuntamientos de que constaba la comarca tenían un total de 37.215 habitantes

2

Años

Realmente, los 32 ayuntamientos creados en 1821 solo estuvieron vigentes dos años

60.372

Tributos

Los tributos aportados en 1822 por los concellos al presupuesto fueron de 60.372 reales