Los proyectos de integración de 1842 y 1868 quedaron en papel mojado

d. Bravo / ribeira

BARBANZA

06 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Los principales proyectos de fusión e integración se produjeron en 1842 y 1868, con la pretensión remodelar profundamente el mapa municipal de la comarca: en ambos casos quedaron en papel mojado.

Las fusiones malogradas de 1842 y 1868. En sesión de 5 de abril de 1842, la Diputación de A Coruña aprobó un muy ambicioso proyecto de fusiones municipales que pretendía reducir el número de ayuntamientos de la provincia a la mitad. Establecía solo seis en la comarca: tres macro-ayuntamientos en A Pobra, Noia y Muros; el de Beba (Mazaricos), de gran extensión territorial, pero mucho menos poblado; el Ayuntamiento de Rianxo, de tamaño medio y, finalmente, el de Porto do Son, sometido a fuertes mutilaciones territoriales.

Absorción de Ribeira y Boiro

Los ayuntamientos de Ribeira y Boiro desaparecían como tales, absorbidos por el de A Pobra, que se convertía en el más poblado de la comarca. Desaparecían también los de Lousame -integrado en Noia, que ganaba otros pequeños territorios limítrofes-, Carnota, que se integraba en Muros, y Outes, que se repartía entre los de Muros (tres parroquias) y Beba, nuevo nombre de Mazaricos.

Sobrevivía, sorprendentemente, el Ayuntamiento de Porto do Son, muy mermado en territorio y población, mientras que Rianxo quedaba tal cual.

Finalmente, este proyecto no llegó a plasmarse en la realidad porque no fue aceptado por el gobierno de Madrid.

Otro notable proyecto de fusión tendría lugar en 1868, tras la Revolución Gloriosa de septiembre de ese año. La autoproclamada Junta Revolucionaria Provincial de La Coruña retomaba el viejo proyecto de 1842, interpretado de una forma más radical, y en octubre de 1868 comunicaba a los ayuntamientos barbanzanos su acuerdo de disolver los municipios existentes con anterioridad: «?de modo que de los ayuntamientos del Partido Judicial de Noya solo queden los de Noya y La Puebla, agregando a este los de Santa Eugenia y Boiro..», y se respetaba también el ayuntamiento de Rianxo. Por tanto, y una vez más, Ribeira y Boiro pasaban a formar parte del Ayuntamiento de A Pobra, y Porto do Son pasaba al concello de Noia. La decisión volvió a causar las consabidas protestas, y finalmente volvió a quedar en nada.

Las segregaciones

También desde el primer momento hicieron su aparición proyectos segregacionistas ligados a intereses localistas que aspiraban a crear ayuntamientos de ámbito parroquial -caso de Palmeira, ansiosa por recuperar su condición de ayuntamiento independiente- o a impedir las fusiones, como sucedió en el caso de A Pobra en 1836, y otros de menor entidad que no se llegaron a concretar. Estos movimientos, en algunos casos, se prolongarían hasta bien entrado el siglo XX.