El Concello envió un informe a la Xunta en 1998 alertando de su situación
15 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El caso de A Pedra da Bouza, una losa con grabados prehistóricos que durante años lució erguida en una finca de la parroquia boirense de Abanqueiro y que un buen día apareció tirada, no ha pasado inadvertido para muchos vecinos de la comarca sensibilizados con la conservación del patrimonio. Sin embargo, su situación no es, ni mucho menos, una novedad, sino que se remonta a hace más de tres lustros.
Así como nadie sabe con certeza qué fue lo que le pasó a la piedra y por qué ahora está tirada en medio de la maleza en una finca al pie de una carretera en el lugar de Seán, tampoco nadie acierta a precisar en qué momento fue derribada la pieza. Sin embargo, hay constancia de que en 1998 ya no estaba en su posición original.
En ese año, desde el Concello de Boiro se remitió un escrito a la Xunta de Galicia en el que se advertía de la situación de A Pedra da Bouza, o Pedra Boullosa. Entonces, el petroglifo ya estaba tumbado -quizá a consecuencia de un accidente o tal vez alguien la tiró conscientemente-, y se explicaba que no presentaba fracturas importantes que hiciesen inviable su recuperación. Sin embargo, ese documento no obtuvo respuesta y, al parecer, nunca más se hicieron gestiones para poner la losa en pie de nuevo.
Difícil de determinar
En cuanto a la situación actual de la piedra, resulta difícil de determinar teniendo en cuenta que está medio perdida entre la maleza. De hecho, aunque se sitúa justo al lado de un vial, lo más fácil es pasar por delante de ella sin percatarse de su presencia.
A ello contribuye el hecho de que la cara que tiene grabados los dibujos prehistóricos, varios grupos de círculos concéntricos, permanece hacia bajo, de manera que estos no pueden apreciarse. Esta situación provoca además que sea imposible valorar el estado de conservación de los petroglifos después de tanto tiempo.
En cuanto a la losa, aparentemente solo está rota por la base que la mantenía sujeta al suelo y no ha sufrido, a simple vista, daños irreparables. Está, eso sí, cubierta de zarzas, musgo e incluso algún resto de basura.
Igual que ocurre con muchos otros elementos del patrimonio barbanzano, A Pedra da Bouza no aparece catalogada en el planeamiento urbanístico boirense, y eso que se trata de una pieza sobradamente conocida sobre la que se ha escrito y que incluso aparece citada en la página web del Concello.
Actualización del inventario
Quienes reclaman que se investigue qué fue lo que ocurrió con el petroglifo, piden además que se realice una actualización del inventario del patrimonio cultural con el claro objetivo de incluir los recursos que, como el que yace en Seán, no están catalogados, y facilitar de ese modo su conservación.