La plataforma de afectados por las preferentes en Barbanza mantiene su encierro en la casa consistorial de Boiro. Quienes permanecen en las dependencias municipales se levantan todos los días con una ilusión: que se reciban llamadas para acudir a los arbitrajes, paso previo para cobrar su dinero. Sin embargo, y por lo que sostienen, esas llamadas se están haciendo a cuentagotas, cosa que les desespera. «Cada día faise máis custa arriba, é moi difícil seguir adiante», manifestaba ayer uno de los portavoces de este colectivo. Esta misma persona cifraba en 35 los miembros de la plataforma que todavía no recuperaron el dinero.
Desde la plataforma señalaron que también están un poco a disgusto con la actitud de los alcaldes. Explicaron que es cierto que se reunieron con ellos, que los acompañaron a A Coruña y que hicieron otras gestiones pero que echan de menos una mayor implicación. Señalan que su situación es muy grave y que necesitan entrar de lleno en las agendas de los representantes políticos para que no lleguen a aplicarse las temidas quitas.
Esta semana, como es habitual, hicieron alguna incursión en oficinas bancarias. Y tienen previsto nuevas movilizaciones.