El alcalde de A Illa de Arousa y precandidato a secretario general del PSOE en Galicia, Manel Vázquez, desembarcó el martes por la noche en Barbanza para presentarse a la militancia de Ribeira, A Pobra, Boiro y Rianxo. Posiblemente, antes de la cita pensó en cómo transmitir con palabras el que es su gran deseo para el partido: que la militancia y las agrupaciones locales tengan peso, voz y voto. Pero lo cierto es que no necesitó hablar demasiado. Su comparecencia en Boiro fue el mejor ejemplo de lo que pretende llevar a cabo: escuchó tanto o más que habló, convirtiendo así su presentación ante los militantes en una cálida charla que se prolongó más de dos horas.
Había interés en Barbanza por escuchar a Manel Vázquez. Lo decía ayer el coordinador comarcal de los del puño y la rosa, el rianxeiro Carlos Gey. Quizás por eso los asistentes al acto participaron activamente. Despertaba curiosidad la trayectoria de este hombre, que en estos tiempos convulsos para su partido logró mantener la alcaldía en A Illa y al que no le tiembla el pulso al abanderar iniciativas como la de la banca pública, que funciona en el municipio isleño. De lo dicho tanto por Vázquez como por Gey parece que la charla imprimió optimismo en una formación que en Barbanza tiene mucho que recuperar. Vázquez animó a ello.
Y dijo que, para hacer la casa, hay que empezar por los cimientos, que es recobrar la confianza de la militancia, de los votantes y las alcaldías. Dice el precandidato que confía en la fuerza de los afiliados barbanzanos porque «son xente brava como a da miña terra, xente que pode conseguir o que se propón».