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Un rito ancestral que perdura

raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El Curro das Canizadas revivió la lucha entre hombres y caballos

15 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Merece la pena verlo, al menos una vez en la vida. El Curro das Canizadas es un mito ancestral que perdura en la época de la modernidad como las grandes tradiciones. Ayer volvió a reunir a centenares de personas en el monte de A Curota, animadas por el buen tiempo. El espectáculo comenzó temprano, cuando los hombres comenzaron la búsqueda de caballos salvajes que fueron trasladados hacia una zona acotada. El momento más esperado, la rapa, marcó un punto de inflexión en el programa. Todas las miradas se dirigieron a los valientes que decidieron echarle un pulso a los caballos y medir con ellos sus fuerzas. No fue tarea sencillas inmovilizar a los animales.

Cada vez es más frecuente que también las mujeres participen en los actos del curro. Ayer no fue la excepción.

Almuerzo al aire libre

Como en toda celebración que se precie, no faltó la gastronomía ni tampoco la música. Algunos visitantes optaron por disfrutar de un almuerzo respirando aire limpio y en familia, ya que los niños viven este día con gran emoción. Quedó de nuevo demostrado que más allá de las playas hay mucho que ver en la comarca de Barbanza.

La conselleira de Medio Rural y de Mar, Rosa Quintana, tampoco quiso perderse el curro das Canizadas. Acudió acompañada del alcalde de A Pobra, Isaac Maceiras. La representante de la Xunta de Galicia destacó la importancia de estas fiestas de gran importancia etnográfica, cultural y turística. También señaló que son un claro reflejo de la tradición de la comunidad.

El monte de A Curota volvió a ser un escenario de excepción para vivir un domingo diferente y lleno de emoción.