El caballo que «vive» en el 9 de la calle San Roque

María Hermida
María Hermida RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Un vecino será imputado por maltrato animal por tener un equino en un edificio

03 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

No hace falta sacar el látigo y zurrar a un animal para maltratarlo. Se le puede hacer daño de otras muchas maneras. Eso es, al menos, lo que piensa la Guardia Civil de Boiro, que va a imputar un delito de maltrato a un vecino de A Pobra por lo sucedido con un caballo. ¿Qué pasó? Por estrambótico que suene, el hombre ató al ejemplar con un cordel al pasamanos de su vivienda y ahí lo dejó, pasando las horas en el portal de edificio número 9 de la calle San Roque. El inmueble está en pleno casco urbano y a tiro de piedra de la sede de la Policía Local, que fue la que se encargó, junto a los agentes del instituto armado, de decirle al dueño que retirase inmediatamente al equino del lugar. Lo hizo ayer a primera hora.

Para entender cómo el caballo acabó en semejante sitio hay que hablar primero del dueño y de su currículo de problemas. Este hombre, con un historial de broncas importante y algunos antecedentes policiales, estuvo en el calabozo la semana pasada por agredir con un rastrillo a un vigilante de la cofradía pobrense. Tras pasar por el juzgado quedó libre con cargos. Y hubo quien dijo, en el mundillo policial, que «a ver canto tarda en verse noutra parecida». Efectivamente, no tardó mucho,.

Ya el jueves, los vecinos de la calle San Roque llamaron a la Policía Local con un cabreo importante. Decían que había un caballo metido en un portal y que el pobre animal no paraba de relinchar durante la madrugada, agobiado por una morada tan inapropiada. Por supuesto, también había hecho sus necesidades en pleno vestíbulo, aunque eso solo debería molestarle al propietario, que es el único ocupante del inmueble. Allí fue la Policía Local a intentar enderezar el entuerto. Pero la solución no fue definitiva y, ayer por la mañana, se repitió la misma canción. Llamaron los vecinos, hartos de oír las protestas del sufrido equino, y hasta el número 9 de San Roque acudieron tanto los agentes municipales como la Guardia Civil. Le dijeron al dueño que, o retiraba al animal, o lo detenían. Y lo quitó de allí al poco rato.

Aún así, la Guardia Civil quiere que el asunto derive en una imputación por maltrato animal. A mayores, al hombre también le denunció la Policía Local en el juzgado. No en vano, anteayer estaba mariscando ilegalmente, le dieron el alto y se escapó a lomos del dichoso caballo.

revuelo vecinal a cuenta de un sufrido animal pobrense