La romería de San Ramón no entiende de edades

BARBANZA

MARTA GOMEZ

05 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El sábado, el entorno de la capilla de San Ramón de Bealo registró un abarrote total y absoluto que demostró, una vez más, lo fácil que resulta aunar en un mismo espacio la devoción por el abogado de las parturientas y la diversión sin límite y para todas las edades. La romería más populosa de la comarca reunió a varias generaciones de barbanzanos, algunos, la mayoría, con experiencia en esta celebración, y otros que acudían por primera vez, como el pequeño Alberte Carou, que sin haber cumplido su primer año de vida ya disfrutó de lo lindo de la comida campestre en brazos de su abuela Teresa Peneireiro. Tampoco faltaron el abuelo del rey de la casa Luis Tembra, con sus hermanos Vicente y Antonio y la bisabuela y matriarca de la familia, Teresa.

Sesión vermú

Y mientras los mayores se acomodaban a la sombra para asistir a la comida en familia, o con los amigos, como el boirense Juan José Fajardo, los más jóvenes seguían bailando al son de la orquesta Palladium en la concurrida sesión vermú. Allí estaban algunos recién llegados, que se plantaron en Bealo a media mañana para disfrutar del día de romería, como Tamara Brea, Margarita Gómez, Carlos Cespón o Juan Collazo. También hubo quien saltó de la tienda de campaña tras pocas horas de sueño para seguir con la fiesta. Es el caso de Fran Gómez, Adriana Romero y María Dávila.